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LAS VENTAS

Luis Vilches, por la puerta grande

A la verónica

Sorando / Vilches, López, Bricio

Novillos de Román Sorando, bien presentados, que dieron buen juego; 4º y 5º desarrollaron casta y nobleza.Luis Vilches, de Utrera: pinchazo y estocada caída (silencio); estocada (dos orejas); salió a hombros por la puerta grande. Tomás López, de Toledo: seis pinchazos -aviso- y descabello (silencio); estocada atravesada (oreja). Antonio Bricio, de México: estocada caída (oreja); pinchazo y estocada tendida desprendida (silencio). Los tres, nuevos en esta plaza. Plaza de Las Ventas, 21 de julio (noche). Tres cuartos de entrada.

El público respondió con alegría y casi llenó los tendidos en una noche calurosa. Los novillos de Román Sorando dieron un recital de buenas embestidas, que los novilleros debutantes en Las Ventas aprovecharon cuanto pudieron para deleite del personal. El mejor librado fue Luis Vilches, de Utrera, que abrió la puerta grande.El sevillano ya demostró su buen corte en los lances de saludo a su primero. Dos verónicas a pies juntos y una media muy recogida de singular personalidad. Con la muleta le cogió la distancia al noble y flojo burel, y sin obligarle mucho le toreó con temple por ambos pitones, más centrado por el izquierdo. Recursos para adornarse y conocimiento de lidiador. Le faltó emoción a su primera faena y el premio se quedó en silencio.

En su segundo, el de Utrera toreó con el percal muy bien. Unas verónicas en las que meció la capa, algunas de campanillas. El juego de los brazos con ritmo y el remate hondo. Una grata sorpresa en tiempos en que tan caro es ver torear de capote de manera clásica. La faena de muleta la comenzó en los medios, con un precioso cartucho de pescao y unos naturales limpios. Bien concebido el trasteo, sobrio y con toques de gracia, en series por los dos pitones templadas y de gusto en la interpretación. Tumbó al novillo de una estocada en todo lo alto y, aunque el premio de las dos orejas sea un tanto excesivo, la impresión causada, de novillero de gusto, técnica y amplios recursos es muy de agradecer. Qué bien ese toreo fundamental a la verónica.Tomás López pasó apuros para torear a su primero, que de salida intentó saltar al callejón. Se quedaba corto por los dos pitones y hubo de fajarse con arrojo para intentar domeñar al manso y garbanzo negro de la novillada. Sufrió una voltereta en los primeros compases de la faena de muleta, sin consecuencias. Y se desquitó en su segundo, al que recibió de capote con prestancia, regusto y unas verónicas de manos bajas que calentaron los tendidos. La faena de muleta, en la que lució al novillo al darle sitio, estuvo compuesta de muletazos en corto, mandones, y de alguna serie ligada que el respetable celebró.

El novillero de Guanajuato manejó el capote de forma variada y ajustada a los cánones en su respectivos quites por gaoneras. En sus dos faenas de muleta dejó claro que tiene buen sentido del temple y de la lidia. Estuvo más centrado en el sexto, una faena que pecó de frialdad, en la cual le salieron pases de pecho impecables y algún muletazo de buen trazo.

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