El Kursaal de Moneo gana el Premio FAD

El Kursaal de Rafael Moneo recibió ayer el Premio FAD de arquitectura. Oriol Bohigas, presidente del jurado de esta edición, destacó que se trata de un edificio "de concepción inteligente, urbanismo acertado y formalización agresiva, y ésa es la actitud que hay que defender", aseguró. El premio puede ser interpretado como un gesto de apoyo a Moneo al respaldar abierta y rotundamente su discutida implantación de unos edificios como "cubos varados" junto a la desembocadura del río Urumea en San Sebastián.

Enric Miralles, el otro nombre sobresaliente de la arquitectura nacional, recibió el galardón de interiorismo por "la recuperación de una casa, sin valor aparente, levantada con tan escaso presupuesto como derroche de ingenio e ideas", declaró Jon Montero, presidente de ARQ-INFAD, entidad organizadora de los premios, que este año celebran su 42ª edición. Los FAD 99 destacan así los dos polos entre los que se mueve la arquitectura nacional: la cultura contextualista de Moneo y la expresividad topográfica de Miralles. Rafael Moneo, el único arquitecto español que ha ganado el prestigioso Premio Pritzker, ex decano de la escuela de arquitectura de Harvard y autor de museos, ayuntamientos, escuelas y hasta catedrales en Estados Unidos, Suecia y España, es posiblemente y para muchos el gran maestro de la arquitectura española. Sin embargo, en los últimos meses, el nombre de este arquitecto, conocido por la capacidad para conjugar pasado y presente en sus edificios, ha aparecido asociado a varias polémicas: las de los vecinos del Kursaal, que acusan al auditorio de estropear sus vistas; las de una parte de la crítica que tacha al Auditori barcelonés de hermético, y las negociaciones y discusiones constantes en torno a la ampliación del Museo del Prado en Madrid. Frente a esta situación, el colectivo de arquitectos que representa los Premios FAD ha optado por pronunciarse a favor del proyectista navarro.

"El Kursaal de Moneo ha ganado el FAD porque lo hemos considerado el mejor edificio que se levantó en la Península Ibérica el año pasado. Su auditorio ha ayudado a transformar la fachada de la ciudad y se ha convertido de una idea potente en una realidad potente sin perderse por el camino", aseguró Jon Montero. Oriol Bohigas comentó: "La importancia de un premio como el FAD radica tanto en descubrir nuevos valores y trabajos contestatarios, cuando los hay, como, fundamentalmente, en reconocer públicamente el mejor edificio que se construye cada año en la Península. Por eso, el año que no premiaron al Guggenheim de Gehry para galardonar en su lugar una iglesia, que es la peor obra de Álvaro Siza, me pareció que el fallo del jurado había fallado".

Bohigas considera que en España se concentran los mejores interioristas del momento y, a la vez, un gran número de excelentes arquitectos, "pero extraño es el caso del arquitecto capaz de llevar la calidad del diseño de un edificio hasta cada uno de los rincones interiores de un proyecto". En su opinión, "Enric Miralles es ese caso tan excepcional". La casa de La Clota, que concursaba en arquitectura pero ha obtenido el premio de interiorismo, "es un espacio explosivo, rotundo y poético conseguido con pocos medios", añadió.

El Jardín Botánico de Barcelona, que firman Carlos Ferrater, Josep Lluís Canosa y Bet Figueras, recibió el premio a los espacios exteriores por su "utilización fractal y ágil de la geometría y por la fusión conseguida entre el paisajismo y la arquitectura". Un sorprendente e inteligente montaje de Elías Torres en la Galería Urania, en el que se construía una ciudad con cartón, embudos, celofanes y hueveras para demostrar las diversas formas de luz cenital, ganó el premio a los montajes efímeros por "el alarde de imaginación y la locura creativa de su autor", comentó Montero. También en el apartado de espacios efímeros resultó premiado el proyecto Kelly, una seducción, de Josep Bohigas, Francesc Pla e Iñaki Baquero. El presidente del jurado, padre de uno de los premiados en este apartado, aseguró que se había abstenido en la votación. "Siempre tengo algo que ver amistoso, amoroso, familiar o profesional con los premiados", declaró Oriol Bohigas.