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Israel silenció siete horas la muerte de Asad para facilitar la sucesión

El Gobierno israelí conoció la muerte de Hafez el Asad en cuanto se produjo (diez de la mañana en Madrid), pero lo silenció durante siete horas para facilitar las cosas al hijo y sucesor del presidente sirio, Bachar el Asad, según trascendió ayer. En esas horas, Bachar el Asad ordenó un despliegue de la policía secreta siria, de unidades de la Guardia Nacional y del Ejército en las zonas más sensibles. De acuerdo con una destacada fuente de los servicios de seguridad israelíes cuyo nombre no se ha revelado, el objetivo era permitir que Bachar el Asad comenzara a tomar las riendas del poder, tuviera una transición fácil y controlara la situación en Siria, donde para el vecino Israel es importante que reine la calma y la estabilidad, al igual que en Líbano, país controlado de hecho desde Damasco.

La muerte del presidente sirio se produjo hacia las once de la mañana hora local (una menos en España), y la emisora estatal israelí dio la noticia, "en base a una destacada fuente gubernamental", alrededor de las 17.45, inmediatamente después de la CNN y antes de que lo confirmaran las autoridades sirias.

Pero, según la prestigiosa periodista Semadar Peri, del diario independiente israelí Yediot Ajronot, poco después de que los médicos determinaran la muerte de Asad, la noticia llegó a Tel Aviv, a manos del primer ministro y ministro de Defensa, Ehud Barak, a través de los servicios secretos.

En las horas que pasaron desde la muerte de Hafez el Asad hasta que trascendiera la noticia, la policía secreta siria (Mujabarat), unidades especiales de la Guardia Nacional y el Ejército de Siria se desplegaron en los puntos más conflicticos del país, por orden de Bachar, con objeto de neutralizar a la oposición. En particular al grupo integrista Hermanos Musulmanes y a los leales de Rifat el Asad, tío de Bachar y hermano de Hafez, que aspira a convertirse en sucesor.

El desaparecido presidente sirio era consciente en las últimas semanas de que se encontraba en estado crítico, y aprovechó todos los momentos de lucidez que tenía, cada día más breves, para ultimar los detalles de lo que había de ocurrir después de su muerte, por lo que los servicios secretos israelíes no ocultan su admiración hacia Hafez el Asad.

El presidente sirio preparó junto con su hijo Bachar y un equipo reducido compuesto por los jefes de los servicios secretos, varios planes alternativos para el día siguiente a su muerte. "Hafez el Asad y su sucesor Bashar sabían que el presidente tenía los días contados, y prepararon todos los detalles con nervios de acero", concluyó la destacada fuente de seguridad de Israel.

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