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Sellos, matrículas y móviles

Yolanda Monge

Nadie lleva un solo dinar yugoslavo en el bolsillo. No valen nada. Incluso cuando se intenta pagar distraídamente con uno de estos billetes, una desdentada dependienta te pondrá a pocos centímetros de la nariz un ejemplo de la moneda con la que se paga en Kosovo: el marco alemán.Desde esta semana, la provincia kosovar cuenta con otro símbolo más que le hace soñar con un futuro de independencia. La autoridades de la ONU ha puesto en circulación los primeros sellos del Kosovo de la postguerra. Bajo la leyenda "paz en Kosovo", se pueden comprar a un precio desde 20 centavos de marco hasta dos marcos, cinco tipos diferentes de sellos. Belgrado no ha tenido ni una sola palabra que decir al respecto. Su uso fue aprobado por la Unión Postal Universal. Un nuevo rodeo a la soberanía yugoslava.

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Aunque no todas las adopciones han sido tan fáciles. A pesar de que la gran mayoría de coches que se saltan el único semáforo de Pristina carecen de placas de identificación, ya hay un buen número de ellos que lucen sus flamantes, e independientes, nuevas matrículas. Flanquedas por tres números a cada lado, las letras KS crearon algún revuelo al ser adoptadas como identificación para las matrículas del nuevo Kosovo. Los albanokosovares más suceptibles quisieron ver en ellas K por Kosovo y ¡S por Serbia! Tampoco fue fácil la elección de la compañia de telefonía móvil que daría servicio a la región. Pero la balanza acabó por inclinarse del lado de la francesa Alcatel al pretender una compañía alemana crear un código propio de teléfono de entrada al país. En este caso, las autoridades recelaron ante semejante signo de identidad. Ahora, al llamar con Alcatel, se hace con el código de acceso de Mónaco.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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