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Guerrilleros liderados por dos niños toman 700 rehenes durante 22 horas en un hospital tailandés

El Ejército de Dios, una facción de la guerrilla birmana dirigida por dos gemelos de 12 años, dio ayer un gran golpe de efecto para fijar la atención del mundo en su desconocida causa: sus pistoleros irrumpieron ayer en un hospital de Tailandia, tomaron a 700 enfermos, médicos y enfermeros como rehenes y pidieron un respiro en los sangrientos combates en los que se ha visto atrapada su etnia, los karen, en la frontera entre Tailaindia y Birmania. Pero la aventura acabó fracasando cuando, tras 22 horas de secuestro, el Ejército tailandés tomó el hospital y mató a los nueve guerrilleros.

Eran las 7.30 de la mañana (1.30 en Madrid) cuando un comando de nueve combatientes penetró en el hospital provincial de Ratchaburi, 120 kilómetros al oeste de Bangkok, disparando sin cesar sus armas automáticas. Según la radio tailandesa, un profesor de una escuela cercana resultó herido por una bala perdida, pero no había más informaciones sobre víctimas.Enviados por los dos misteriosos gemelos de 12 años, a los que sus seguidores atribuyen poderes mágicos, Johnny y Luther Htoo, los asaltantes tomaron como rehenes a todos los ocupantes de este hospital de 770 camas y llamaron a un cámara de la televisión tailandesa para proclamar sus reivindicaciones: apertura de la frontera tailandesa para que los refugiados karen puedan huir del constante bombardeo birmano; cuidado médico para todos los refugiados heridos y cese del apoyo tailandés al Ejército birmano. Más tarde, dejaron escapar a unos 50 pacientes ancianos; otros 17 huyeron por una puerta de atrás.

Tumbados en el suelo

Los asaltantes, tal y como recogió el cámara, aparecían con ropa militar y pasamontañas negro. La televisión mostraba también decenas de pacientes nerviosos. La mayoría eran mujeres y niños. "Hay una gran tensión. La mayoría de los atacantes están en pabellones generales y de emergencia. Tenemos a los pacientes tumbados en el suelo, así que no les pueden ver, y hemos cerrado la puerta. Les veo andar por ahí. Intentaron entrar pero no pudieron".

Anoche, las fuerzas especiales tailandesas asaltaron el centro apoyadas por helicópteros. Los testigos hablaron de más de una veintena de explosiones y cientos de disparos entre guerrilleros y soldados. Ya en la madrugada de hoy (hora peninsular española), el comandante en jefe de la Primera Región Militar de Tailandia, Taweep Suwanasing, informó en conferencia de prensa de que "todos los rehenes estaban en libertad y a salvo". Los nueve asaltantes murieron.

Antes del final de la acción, los atacantes habían denunciado que entre 200 y 300 karen resultaron muertos por un bombardeo tailandés en apoyo al Gobierno birmano, y por ello solicitaban una investigación. El comandante Suwanasing dijo que sus fuerzas no han bombardeado a civiles, sino sólo objetivos militares.

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La toma del hospital suponía un serio desafío a Tailandia, que vivió hace cuatro meses otro asalto de un grupo vinculado al Ejército de Dios, esta vez en la Embajada birmana en Bangkok. En aquella ocasión, los cinco asaltantes concluyeron su acción huyendo, con la protección de autoridades tailandesas, hasta la frontera, y poniendo en libertad a todos los rehenes.

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