Caminal dice que cuando abrió el Liceo el problema del sistema contra incendios no era una prioridad
"Sabía que el Liceo tenía deficiencias, sobre todo a nivel estructural. Las referentes a materia contra incendios no eran las prioritarias". Así respondió Josep Caminal, director del Teatro del Liceo de Barcelona en el momento del siniestro, a una pregunta que ayer le formuló la magistrada que juzga el caso por el incendio del teatro en el segundo día del juicio. Caminal declaró que el Liceo no tenía jefe de seguridad y que no era necesario que una sola persona asumiera esas competencias. Los 10 testigos que ayer prestaron declaración incurrieron en contradicción en sus versiones de lo sucedido y sobre una reunión entre el director general del teatro y los soldadores realizada horas después del incendio.Que el Liceo era un edificio de alto riesgo quedó ayer muy claro en las declaraciones de los testigos. Caminal aseguró que el teatro no era un edificio cuya seguridad estuviera garantizada al cien por cien, pero que las carencias en materia contra incendios estaban resueltas. El ex director general del Liceo explicó que algunas de las chipas de los soldadores que trabajaban en el escenario se colaron a través de alguna grieta impercetible del telón cortafuegos y fue a parar al escenario. En ese momento de la narración la juez interrumpió a Caminal para advertirle que no admitía que especulara sobre los hechos.
El ex direcror del Liceo negó al fiscal que indujera a los soldadores a ofrecer una versión común de los hechos. Sin embargo, Antonio Lázaro, propietario de la empresa Lázaro, SL, para la que trabajan los soldadores, aseguró que Caminal les dijo que si les preguntaban los periodistas "debíamos decir lo que él había contado a las administraciones, que las causas del incendio eran accidentales y que habíamos hecho lo que habíamos podido. Sobre los bomberos, dijo que, a pesar de que habían llegado tarde, no debíamos hablar más de ellos. Y que asumía todas las reponsabilidades".
El soldador Carmelo Poza negó que las chispas que caían de los trabajos de soldadura hubieran provocado el fuego.
