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Sting da lecciones de amor y optimismo en su nuevo disco, "Brand new day"

"Mi obligación como artista es ser algo "naïf", manifestó ayer el músico en Madrid

Sting está a punto de cumplir 48 años, pero sigue teniendo el gesto y el guiño natural de un niño travieso. Su nuevo disco, Brand new day, refleja esa actitud. "Lo raro en este disco no es que hable de amor", dijo ayer en Madrid, "sino que todas las canciones son de amor. La principal emoción del disco es el optimismo ante el nuevo milenio. Es un poco naïf, pero mi obligación como artista es serlo". Inteligente y bromista, Sting señala que ha recuperado en este disco el placer del juego, que está en el origen de su dedicación a la música.

Vestido informalmente, con una camisa de seda gris y unas botas de montañero muy usadas, Sting demostró ayer sentirse especialmente satisfecho con su nuevo trabajo. Y no sólo como suele estar cualquier artista con su obra, sino porque, afirma, ha recuperado el gozo de hacer música totalmente a su aire."No quise ni pensar en que estaba componiendo temas para un disco, simplemente empecé a hacerlos", dijo. "Antes me iban saliendo la música y la letra casi a la vez, pero en esta ocasión empecé sólo por la música. Durante un año estuve haciendo secuencias y arreglos. Quise hacer un experimento y saber si luego las letras surgirían como historias a partir de la propia música. Me paseaba cada día en los bosques alrededor de mi casa en la Toscana y muchas veces volvía sin ninguna idea. Pero poco a poco surgió un rostro, una historia, y fueron tomando forma las canciones", relató.

"Durante mucho tiempo fingí que no estaba preparando un disco e incluso prohibí a mis músicos que se refirieran a ese hipotético álbum, pero al final lo admití. Se trataba de recuperar el espíritu original del juego, que es lo que tenía cuando empecé a componer, y no sentirme bajo la presión de la industria, que frena la creatividad".

El producto de esa disciplina es un disco verdaderamente ecléctico, en el que suenan aires de jazz, pop, rap, bossa, country, gospel, fragmentos cantados en árabe y en francés, con las colaboraciones de James Taylor, Brandford Marsalis, Cheb Mami y Stevie Wonder. La posibilidad de grabar en casa ha dado a muchos músicos la oportunidad de sentirse más libres a la hora de componer. "Antes tenías que ir a un estudio en la ciudad, algún sótano sin aire fresco en el que era difícil tener ideas. Preferí llevarme el trabajo a casa y compartirlo con la familia, aunque a veces resultara difícil cenar rodeado de timbales y cajas, y tener a los técnicos viviendo allí. Pero creo que ha sido positivo para mis hijos, han podido ver cómo trabajo", explicó.

Sting se siente mucho más en paz ahora consigo mismo y piensa que le queda aún mucho por hacer. "Ahora sé que, si no hubiera vendido ni un solo disco en mi vida, habría seguido tocando, aunque fuera para el perro y el gato. Hay algo reconfortante en la voz y la guitarra. Reconozco que me gusta todo el juego de la fama y el éxito, pero la industria llega a imponer una responsabilidad demasiado grande que ya no estoy dispuesto a asumir".

Por eso el vídeo promocional de su disco tiene un carácter de abierta ironía contra las estrellas del rock. "Algunos llegan a sentir que son una especie de dioses que se dignan revelar en sus canciones la forma de arreglar el mundo. Yo hago una parodia de esto y al final resulta que lo que estoy vendiendo es un detergente. Es sólo una broma, no es nada polémico, creo".

Pinochet

Y no es que Sting rehúya los asuntos espinosos. Conocido adalid en la defensa del Amazonas y ligado en muchas ocasiones a la denuncia de atentados contra los derechos humanos, se le recuerda aún bailando con las madres de la Plaza de Mayo argentinas en recuerdo de sus hijos desaparecidos. Denuncia, pero no rencor. Ayer dio su opinión sobre el juicio a Pinochet. "No siento placer en verlo detenido en mi país porque nunca se podrán reemplazar las vidas destruidas por su régimen. Tampoco se arreglarán las vidas de los supervivientes. Este juicio le da la oportunidad de demostrar si es que fue inocente o de decir que lo siente y se arrepiente de ello. Pero lo que me parece más importante es llegar a saber el papel que tuvieron otros gobiernos y otros países en todo lo que sucedió en Chile en esos años, porque hubo necesariamente un apoyo de otros gobiernos que permitieron que eso pasara".Sting se enfrenta al futuro con una perspectiva que lo rejuvenece. "En el próximo milenio empezaré la segunda mitad de mi vida y creo que es la parte más interesante en la existencia de un hombre. Me alegra haber nacido en esta época, es una oportunidad y un desafío. La experiencia me hace pensar que la actitud más sensata, a pesar de todos los problemas, es el optimismo, que es lo que me permite seguir siendo creativo".

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