Cuatro millones de niños malviven bajo condiciones de pobreza en el Reino Unido
La media británica de chicos que viven en hogares donde no trabaja nadie dobla a la europea
Cuatro millones de niños viven por debajo del umbral de la pobreza en el Reino Unido, según un estudio realizado por la London School of Economics. La cifra de niños pobres se ha triplicado en los últimos 20 años (en 1997, los laboristas tomaron el poder tras 19 años de Gobierno conservador). El informe destaca que esos cuatro millones constituyen un tercio de los 12 millones de menores de 18 años residentes en el Reino Unido, uno de los siete países más ricos del mundo. El Gobierno laborista de Tony Blair reafirmó ayer su compromiso de erradicar la pobreza infantil en 20 años.
La mayoría de los niños pobres británicos vive en las grandes ciudades, en hogares de protección oficial y en ambientes donde el desempleo es un hecho generalizado. "Uno de cada cinco niños vive en hogares donde nadie trabaja, cuando la media europea es uno de cada diez, y uno de cada tres vive en un hogar donde sólo una persona trabaja, con bajo salario y a tiempo parcial", señaló a EL PAÍS el investigador Paul Gregg, director del informe. "Estos niños", añadió, "son más propensos a fallar en sus estudios, a tener problemas con la ley y a sumarse al paro juvenil".El estudio de la London School of Economics se basa en datos cedidos por el Gobierno sobre los ingresos y gastos de 10.000 familias británicas. El umbral de pobreza se situó en unas 200 libras semanales (51.000 pesetas) para un matrimonio con dos hijos, cantidad inferior a la mitad del salario medio interprofesional británico. El informe incluye también datos cualitativos recogidos tras observar, desde 1970, la trayectoria vital de dos personas nacidas y crecidas en la escasez.Este seguimiento permitió confirmar, según Gregg, el desesperanzador futuro que aguarda a los niños pobres.
Otra consecuencia de la pobreza entre los niños y jóvenes es la tasa de embarazos adolescentes, una de las más altas de Europa. En 1998, por ejemplo, 4.700 menores (entre 13 y 16 años) se quedaron embarazadas. "El impacto es generacional", explica Gregg, para quien la población infantil ha sustituido a los pensionistas entre los más necesitados. A ellos se dirigen algunas de las ayudas estatales introducidas desde 1997 por el Gobierno laborista. El objetivo, reafirmado la semana pasada por el ministro de Finanzas, Gordon Brown, apunta a incrementar el nivel de vida de 200.000 niños para mediados del año próximo, y de 800.000 niños para el 2000.
"Son objetivos muy ambiciosos. El Gobierno tiene un largo camino por delante", señaló Gregg. El desempleo es la principal causa de la pobreza, pero el investigador de la London School of Economics considera que la estrategia gubernamental de reducir los subsidios y ventajas fiscales a las familias de parados con el objetivo de obligarles a buscar trabajo no ha hecho sino agravar el problema de la pobreza.
El Reino Unido ocupa la décima posición del mundo en cuanto a bienestar, según el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, que tiene en cuenta la renta, la tasa de escolarización y la esperanza de vida. Sin embargo, en cuanto al número de pobres, ocupa el 15º lugar (el 15% de la población británica está por debajo de su umbral de pobreza), justo detrás de España (el 13%).
El Reino Unido es, asimismo, el país desarrollado con mayores diferencias entre ricos y pobres: la quinta parte más rica de la población tiene 9,6 veces lo que tiene la quinta parte más pobre (en España la diferencia se reduce a 4,4). Los pobres británicos son, además, los más pobres de Europa: su renta media es de menos de 700.000 pesetas anuales. En España, el segmento de población más desfavorecido tiene unos ingresos medios de 935.000 pesetas.
Gregg advierte de que las subvenciones estatales no son la solución. Estas ayudas deberían ir acompañadas de programas de empleo en los barrios desfavorecidos. Romper el ciclo generacional es una tarea dura, puesto que muchos de los cuatro millones de niños pobres nunca han visto trabajar a un miembro de su familia. Vivir del Estado es, en muchos casos, la mejor alternativa de futuro a la que pueden aspirar.
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