_
_
_
_
_

La sala Ensayo100 trae a España al dramaturgo francés Enzo Cormann

La obra 'Diktat', en la que el autor analiza la guerra de Bosnia, se estrena hoy en Madrid

El dramaturgo Enzo Cormann, figura fundamental en la cultura contemporánea francesa, estrena sus obras en teatros nacionales y en los mejores escenarios europeos, pero dice que es en el seno de pequeñas compañías donde se mantiene vivo el teatro. Para demostrar su apoyo al teatro alternativo, el autor ha venido a España para asistir al estreno de Diktat, obra sobre la guerra de Bosnia, montada por la prestigiada y pequeña sala Ensayo 100, de Madrid.

Se le sitúa, en teatro, dentro del realismo paroxístico baconiano y es prácticamente desconocido en España, donde tiene media docena de obras publicadas, con traducción muy elogiada de Fernando Gómez Grande, en ediciones que sólo llegan a los muy puestos en teatro. En cuanto a montajes, la situación es desértica. Una tímida puesta en escena y este montaje, Diktat, que ahora estrena la Sala Ensayo 100 y su compañía, del mismo nombre, con dirección de Pilar Romera y Miguel Torres, también actor junto a Antonio Martínez.Cormann, que además escribe periodismo, cine y música, es autor teatral desde hace 20 años. Ha triunfado con textos como Credo o El vagabundo, esta última estrenada en varios países. "Sólo me considero un pequeño artesano cuya especialidad es la ficción, ya que el teatro es una actividad marginal, arcaica, pero me es necesario seguir escribiendo", dice el autor, cuyo elemento constante en sus obras es la imbricación entre lo íntimo y lo político, uniendo temas que afectan tanto a lo psicoemocional como a lo social.

Diktat, escrita en el transcurso de la guerra de Bosnia, (1992-1995) se centra en este conflicto. "En aquel momento no me sentía capaz de ir tres días al área de conflicto en un avión de las ONG y volver para dar una opinión políticamente correcta... Es lo que ha hecho gran parte del mundo intelectual francés, que se ha situado en posturas muy generales". Y añade: "Lo que sí podía era introducirme en el conflicto desde el punto de vista sentimental y humano". Esa reflexión le llevó a escribir la historia de dos hermanastros de diferentes etnias: "Hoy ya no se pueden escribir tragedias, porque el destino ya no existe, pero fuera del teatro todo hace pensar que el destino sigue existiendo".

Cormann, que no tiene religión ni teoría alguna acerca de por dónde debe ir la escritura teatral, tiene claro que el papel del director teatral, se irá difuminando: "Es un elemento reciente y no le auguro un gran porvenir, pero son los que dirigen los teatros... Los actores y los autores somos los que hacemos el teatro", dice este autor que deja desnudos sus textos, sin acotaciones, ni indicaciones, ni signos de puntuación, para dar libertad a los actores.

El jazz

El escritor relaciona la música con el teatro, géneros en los que está sumergido. "Trabajo en formas que son oratorios profanos, hay que buscar en el teatro formas ritualizadas, que se acerquen a la función del cuentista; además, la situación económica obliga a buscar un arte muy ligero y otros caminos de expresión". Caminos que Cormann ha encontrado en la fusión del jazz y el teatro con su propia compañía, trabajando tanto en pequeñas salas como en grandes espacios. Uno de sus éxitos escénicos es Mingus Cuernavaca, obra que cuenta los últimos cinco días de vida de Charles Mingus y que tiene intención de montar el director español Guillermo Heras.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_