La cuota de pantalla del cine español supera el 16%

La cuota de películas españolas en pantalla superó durante los cuatro primeros meses de 1999 el 16%, lo que supone cuatro puntos por encima de la cifra de 1998, cuya cuota no llegó al 12%. Así lo confirmaba ayer el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, que dio "la primicia" en la presentación del ICongreso Nacional de la Exhibición Cinematográfica Española, que se celebra en Madrid desde ayer. Una cifra que el ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy, horas más tarde y en el Congreso, decidió redondear hacia un optimista 17%.Cortés (que por error fue presentado por el presidente de los exhibidores, Rafael Romero Cabezas, como el "señor ministro") ofreció a los exhibidores un discurso eufórico en el que reiteró una y otra vez que lo importante es "satisfacer al público", al que, según Cortés, hay que darle lo que pide y respetar sus gustos. "Me parece moralmente inaceptable despreciar el gusto del público, y no existe nada peor que esas personas que, como si fueran Catalina de Aragón, se creen que sólo sus gustos valen y que desprecian el de esos que ellos llaman la masa".

El secretario de Estado, que apeló a la labor ("la más desconocida del sector") de los exhibidores, dueños de las casi 3.000 salas que existen en España, añadió que el éxito actual del cine español se debe a que por fin se "ha aplicado el sentido común y se ha terminado con tonterías anteriores". Cortés insistió además en que para el verano habrán desaparecido en España las licencias de doblaje, "esa creación franquista que tanto entusiasmaba a los socialistas y que por fin se va a terminar".

Por su parte, el presidente de los exhibidores señaló que este congreso debe ser el lugar para discutir los problemas del sector, la competencia desleal, la relación con la Administración, la legislación que limita la instalación de salas, la relación entre distribución y exhibición. Todo, según ellos, para intentar poner al día todas las salas del país. Para los exhibidores, uno de sus principales problemas es la falta de copias de las películas de éxito, sobre todo las españolas, lo que dificulta su proyección en las salas pequeñas y medianas y en las zonas rurales.