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La Agencia Europea del Espacio pone en marcha su primera misión a Marte

La sonda 'Mars Express', que buscará agua en el planeta en el 2003, comienza a construirse

Europa no está dispuesta a quedarse fuera de la carrera por la exploración de Marte, capitaneada hasta ahora por Estados Unidos. La Agencia Europea del Espacio (ESA) firmó ayer en París con la empresa Matra Marconi Space un contrato para la construcción de la primera sonda europea destinada a explorar Marte y a desvelar algunos de los misterios que guarda el planeta. La misión, bautizada como Mars Express, será lanzada en el 2003 cargada de instrumentos científicos y con el objetivo prioritario de buscar rastros de agua bajo la superficie de Marte.

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La firma de la ESA con Matra fue un acto solemne, animado por el entusiasmo de los promotores y por la voluntad de darle a Europa la plaza que le corresponde en la investigación espacial. Aunque la culminación de una gran misión espacial requiere normalmente un tiempo muy superior, por encima, incluso de los 10 años de trabajo, la ESA está ahora decidida a hacerlo en sólo cuatro años.El tiempo apremia porque la sonda debe estar lista para el lanzamiento en junio del año 2.003, la fecha en la que se abre una ventana de lanzamiento, es decir el momento que permite, debido a la situación de los planetas, seguir una trayectoria rápida desde la Tierra hasta Marte, en seis meses de viaje, y con una carga relativamente pesada.

Ayer, en la sede de la ESA en París, los científicos y dirigentes de la agencia europea volvieron decididamente la espalda a las dudas y temores que la caída al mar de la sonda rusa Mars-96 inmediatamente después de su lanzamiento generó hace 3 años entre la comunidad científica del espacio. En el caso de los europeos, el fracaso tuvo un doble impacto porque buena parte de los instrumentos que viajaban en la Mars-96 habían sido diseñado por científicos del continente.

Los interrogantes a los que la sonda europea Mars Express debe dar respuesta no son muy diferentes a las que entonces quedaron sin respuesta: ¿Hay agua en estado líquido en Marte? ¿El subsuelo guarda parte del agua que el planeta rojo sí poseyó hace 3.800 millones de años, al principio de su evolución? ¿Qué pasó para que el agua desapareciera de la superficie marciana? ¿Qué ocurrió con su atmósfera ahora tan ténue?

Interrogantes

Aunque los interrogantes se amontonan en la boca de los investigadores, la pregunta capital: ¿Hay vida en Marte? permanece en suspenso, envuelta en un manto de pudor. El satélite europeo será lanzado a través de un cohete espacial ruso Soyuz/Fregat, que resulta en este caso más barato que el europeo Ariane por las particulares características de la misión interplanetaria.Mars Express llevará a bordo ocho instrumentos de investigación que, según Agustín Chicarro, responsable científico del proyecto, deben permitir abordar la cuestión clave del agua con una profundidad jamás intentada hasta ahora. Para esta tarea está especialmente indicado un radar. El séptimo de los instrumentos que viajarán a bordo de la sonda es un módulo de descenso, que se desplegará al ponerse en contacto con el suelo marciano para analizar su entorno. Este dispositivo, concebido por expertos británicos, llevará un microscopio y aparatos para analizar rocas y suelo. Además, un brazo robótico extensible permitirá tomar muestras alrededor del módulo y acercarlas a los analizadores. Este ingenio ha sido bautizado Beagle 2, en honor al buque en el que Charles Darwin hizo su célebre viaje.

Órbita polar

Mientras tanto, Mars Express permanecerá en órbita polar durante un año marciano, es decir dos años terrestres. Desde allí tomará datos sobre el clima del planeta, su atmósfera y la relación de esta con el espacio interplanetario.El coste de esta primera sonda europea con destino a Marte será de 150 millones de euros (unos 25.000 millones de pesetas). De acuerdo con el contrato firmado ayer en la capital francesa, el coste del satélite encargado al constructor franco británico Matra Marconi Space ascenderá a 60 millones de euros (casi 10.000 millones de pesetas). Pese a la firma ayer del contrato, el proyecto fue aprobado por el Comité del Programa Científico de la ESA con la condición de que hubiera recursos suficientes para realizarlo y que no interfiriera en otras misiones científicas aprobadas. Por ello, en la próxima reunión a nivel ministerial de los países miembros de la ESA, en mayo de este año, se supervisará a fondo la marcha del proyecto marciano.

Ayer, los responsables del programa científico de la agencia europea destacaron que una de las estrategias clave seguidas en este proyecto para mantener su bajo coste consiste en utilizar tecnologías desarrolladas e incluso piezas fabricadas en otra misión de exploración del Sistema Solar que la ESA prepara para la misma fecha, 2003. Se trata de Rosetta, una pequeña nave que se dirigirá al encuentro de un cometa.

La utilización de tecnologías ya desarrolladas significa que el número de modelos y prototipos puede reducirse significativamente sin aumentar sustancialmente los riesgos, señalaron ayer los expertos de la ESA. Además, esta estrategia permite reducir costes y acortar los plazos de desarrollo y construcción de la sonda. "Antes nosotros desarrollábamos cada uno de los nuevos sistemas", comentó Philippe Moulinier, responsable de Matra para el proyecto Mars Express, refiriéndose a programas anteriores de ESA. "Ahora estamos utilizando tecnologías disponibles en el almacén y tecnologías de Rosetta, lo que significa bajo precio y bajo riesgo".

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