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El Sinn Fein dice que peligra la paz en el Ulster por el problema del desarme

Los nacionalistas norirlandeses del Sinn Fein advirtieron ayer de que el proceso de paz en el Ulster está al borde de la crisis por la insistencia en desarmar a su brazo armado, el Ejército Republicano Irlandés (IRA). Para añadir mayor inquietud al conflicto, ayer se conoció un informe según el cual los servicios de seguridad británicos han perdido la pista de una de las dos células disidentes del IRA que se ha infiltrado en Inglaterra para lanzar ataques terroristas.

Ambos acontecimientos arrojan negros nubarrones sobre el futuro del acuerdo firmado por partidos católicos nacionalistas y protestantes probritánicos el año pasado en Stormont, y que debería desembocar en la formación de un Gobierno autónomo para el Ulster el próximo 10 de marzo. En el seno del Sinn Fein ayer había pasmo por una declaración de Bertie Ahern, el primer ministro de la República irlandesa. Ahern declaró al Sunday Times que el Sinn Fein no podrá formar parte del nuevo Gobierno en Irlanda del Norte si el IRA no entrega primero su arsenal a la comisión internacional de desarme presidida por el general canadiense John de Chastelain. El IRA ha dicho repetidamente que no entregará "ni una bala, ni una onza de explosivos" mientras continúe la presencia británica en el norte de la isla.

Mitchel McLaughlin, presidente del Sinn Fein, calificó las declaraciones de Ahern como "sumamente graves". Usó la palabra "crisis" para definir el futuro del proceso de paz. Las declaraciones de Ahern dieron un sólido espaldarazo a la postura del Partido Unionista del Ulster (UUP), del líder protestante David Trimble, la principal fuerza política del Ulster, que se opone a compartir el poder con el Sinn Fein mientras el IRA no se desarme. McLaughlin dijo que el desarme debe ser parte de un "proceso político y democrático" que tomará cierto tiempo. Trimble, por su parte, dijo que "está llegando la hora de la verdad para el movimiento republicano; tienen que decidir, de una vez por todas, qué es más importante para ellos: abandonar las bandas paramilitares o sumarse al proceso político".

La banda que se hace llamar IRA-Continuidad (C-IRA) y que denuncia el proceso de paz como una imperdonable claudicación está, supuestamente, planeando una campaña de atentados en Londres, y el MI-5, uno de los servicios secretos británicos que seguía sus movimientos, se ha quedado en la oscuridad. Lo aseguraba a toda plana el semanario The Observer, añadiendo que el C-IRA tiene en la mira "un objetivo de alto nivel".

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