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Liaño proclama en emisoras de radio y televisión que su procesamiento es injusto

Fungairiño declara su "disgusto" por la decisión y por el archivo del "caso Sogecable"

El juez Javier Gómez de Liaño, procesado por el Tribunal Supremo por tres delitos de prevaricación presuntamente cometidos durante la instrucción del caso Sogecable, aprovechó ayer, en una actividad frenética, los micrófonos de varios medios de comunicación para erigirse en víctima de una maquinación para acabar con él. "Mi vida ha sido mancillada al completo y todavía no me explico cómo sigo en esto de la justicia y no he dicho adiós", afirmó el juez a Radio Nacional de España. En otras declaraciones a Efe Televisión calificó el auto del Supremo de "injusto y precipitado", y remató la jornada comentando en Antena 3 que "la justicia suele ser arrogante con los débiles y débil con los arrogantes".

Gómez de Liaño negó que en el caso Sogecable se haya producido por su parte un "exceso de celo" y aseguró que trató el sumario "con una rapidez y unos ritmos de tiempo idénticos a los demás asuntos". Asimismo, reiteró que todas las resoluciones que adoptó en este sumario tuvieron el respaldo del Ministerio Fiscal.Y añadió: "No he conocido ningún caso en la historia judicial española en el que se haya admitido a trámite una querella en contra del criterio del Ministerio Fiscal -en este caso del fiscal del Tribunal Supremo- y no he conocido ningún supuesto en el que se procese a nadie, en este caso a un juez, sin haber practicado una sola diligencia a instancias del querellado".

Más adelante, Liaño relacionó su actuación en el caso Sogecable con otros procesos que él ha llevado a cabo, como el de Lasa y Zabala. "¿Qué puedo pensar respecto al sumario del caso Lasa y Zabala, del que está muy próximo el comienzo del juicio oral? Me parecería incluso lógico que, cuando llegue el momento de vista pública, alguien pueda pensar: "Señores del Tribunal, ¿podemos confiar en un sumario cuya instrucción ha sido confeccionada y hecha por un juez prevaricador?" Esas son mis preguntas. Las respuestas que las dé quien quiera y quien pueda".

No obstante, Liaño indicó durante su larga intervención en Radio Nacional, la emisora pública, que no está en su ánimo recusar al juez del Supremo que ha dictado el auto de procesamiento, Joaquín Martín Canivell, y recordó que contó con su apoyo cuando era vocal del Consejo General del Poder Judicial. "De las últimas cosas que haría en mi oficio de juez, sería desconfiar del Tribunal Supremo o de un Tribunal Constitucional. Mi respeto por las instituciones ha sido siempre muy elevado", enfatizó.

No obstante, utilizando como salvoconducto su condición de abogado, Gómez de Liaño enjuiciaba ayer en declaraciones a El Mundo la actuación de Martín Canivell: "Está actuando de manera parcial. Sólo está acogiendo las tesis y practicando las diligencias de los abogados de Polanco y Cebrián. No ha hecho caso a ninguna de mis peticiones, ni a mis testigos".

En cuanto al archivo total del caso Sogecable por la Audiencia Nacional, Liaño afirmó que sólo le preocupa "y mucho" el voto particular del magistrado José Ricardo de Prada, que "utiliza esa oportunidad para decirle a un fiscal de la talla, del prestigio y de la dedicación, de la entrega del fiscal [Ignacio] Gordillo que se aparta de la Constitución". El juez calificó esta imputación de "gravedad extrema".

Amistad prescrita

En su recorrido por emisoras y televisiones, Liaño también se refirió a sus relaciones con el juez Baltasar Garzón, que definió como una "amistad prescrita", y para pontificar sobre el estado de la justicia en España: "Vivimos en una justicia sensacionalista y los medios de comunicación dan a los ciudadanos lo que le piden, que es sensacionalismo, que en nuestro caso es ver ir a Polanco a la Audiencia Nacional y ver entrar y salir a Gómez de Liaño del Tribunal Supremo y eso es realmente lo que la gente quiere ver".Por su parte, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, salió ayer en defensa del magistrado procesado. Fungairiño declaró que se sentía "profundamente disgustado" por la decisión del Supremo y afirmó que había llamado a Liaño para "mostrarle y prestarle" todo su apoyo.

Fungairiño también señaló que no comparte ninguno de los argumentos ni del auto de la Audiencia Nacional por el que se archiva el caso Sogecable ni del voto particular emitido por el magistrado José Ricardo de Prada. Según Fungairiño, este voto particular supone una limitación a la libertad de expresión de los fiscales en los juicios, y se preguntó si habrá que pedir un "guión" a los tribunales para ajustar la actuación de los fiscales.

Con palabras más fuertes pero en el mismo sentido se manifestó el juez Joaquín Navarro Estevan, quien calificó el auto de procesamiento de Liaño por el Supremo de "absolutamente anormal y patológico". A juicio de Navarro, "acusar de prevaricación al señor Gómez de Liaño es una estupidez, es una imbecilidad desde el punto de vista jurídico". También se manifestó crítico con la decisión del Supremo el miembro permanente del Consejo de Estado José Luis Manzanares, quien consideró que el procesamiento de Liaño "perjudica más todavía la imagen de la justicia". En su opinión, sobre las decisiones judiciales pesan excesivamente "los poderes políticos y los poderes mediáticos".

El periodista y director de la revista Época, Jaime Campmany, autor de la denuncia que inició el caso Sogecable, aseguró que el juez del Supremo Joaquín Martín Canivell actuó "imbuido de ciencia infusa" y "que de antemano conocía ya las razones por las cuales tenía que procesar a Liaño". Los abogados Javier Sainz Moreno, autor de la primera querella contra los directivos de Sogecable, y Manuel Murillo, que ejerció la acusación particular en el caso, consideraron "injusto" el procesamiento del juez Gómez Liaño.

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