'Central do Brasil' gana un justo Oso de Oro

La presencia de Robert de Niro en una Berlinale de la que desertaron casi todas las estrellas anunciadas y necesitaba una inyección de glamour final, parece traducirse en el Oso de Plata obtenido por Cortina de humo. Esta película, producida e interpretada por el popular actor estadounidense, ha recibido de esta forma un productivo pero injusto peaje, previsto como inevitable en todos los vaticinios que ayer precedieron a la lectura de una lista de premios justa e inteligente en todo el resto del reparto y, sobre todo, en la concesión a la magnífica película brasileña Central do Brasil del Oso de Oro, máximo galardón del Festival.

ENVIADO ESPECIAL, El merecido triunfo de Central do Brasil, dirigida por el joven Walter Salles, que hace aquí su primera incursión en un largometraje, se completó con la obtención del premio a la mejor interpretación femenina por la veterana cómica brasileña Fernanda Montenegro, que logra redondear a esta bella y emocionante película con una interpretación de notable eficacia emocional, de las que quedan por mucho tiempo en la memoria. Su viaje con el niño Vinicius de Oliveira desde los arrabales de Río de Janeiro a las estepas centrales de Brasil, en busca del desaparecido padre del chiquillo, es el marco en que esta extraordinaria actriz da una lección de cómo crear gradualmente, hasta dar la vuelta al estereotipo melodramático inicial, un personaje completamente creíble y no fácil de sostener siempre en línea ascendente.

Arriesgadísimo trabajo

El premio a la mejor dirección fue a parar al director de cine irlandés Neil Jordan por su arriesgadísimo trabajo en The butcher boy, la otra gran película de este festival, un atroz drama esperpéntico, de esos que echan para atrás a los más intrépidos directores, al que Jordan da la cara y representa a tumba abierta pero sin llegar a caer en la exageración, que sería una de las formas cómodas de resolverlo de cara a la galería.Jordan, por el contrario, busca enlazar con la verosimilitud de un reconocible escenario familiar la tremenda historia de un niño asesino, que resulta tan veraz que no es fácil mantener abiertos los ojos ante los perturbadores porqués de su violencia. La mención especial al niño actor Eamann Owens, redondea el reconocimiento a tan fuerte, difícil y sincera película, única equiparable a la generosidad y altura de miras de Central do Brasil.

El premio al mejor actor fue concedido al estadounidense Samuel L. Jackson por su notable composición en el irregular filme dirigido por Quentin Tarantino Jackie Brown. Es una decisión defendible, pero el ambiente aquí se inclinaba, y con fundadas razones, a que el premiado fuese el actor británico Daniel Day-Lewis, por su espléndido trabajo en The boxer, película irlandesa que por su carácter explícitamente político tenía poco que hacer en las siempre muy, prudentes decisiones de un jurado más estético que otra cosa.

Para mayor claridad el premio extraoficial a la película más votada por los espectadores de pago asistentes a las sesiones nocturnas de la Berlinale, fue concedido por amplia mayoría a The boxer, y el trabajo de su protagonista, omnipresente en toda la película, no puede ser ajeno a que ésta haya calado tanto en un público como el berlinés, que desde antiguo viene demostrando que sabe ver cine de forma no meramente pasiva.

El resto de los premios son menciones decididas por el jurado internacional y, en conjunto, resultan coherentes. La dedicada al gran cineasta francés Alain Resnais ha sido fundamentada con una vacía obviedad en "su contribución al arte cinematográfico", cosa que se sabe.

Por otra parte, de manera menos insípida, el jurado distinguió también al joven actor y guionista estadounidense Matt Damen por "el acabamiento de su aportación a la película dirigida por Gus van Sant Good wild hunting (El indomable)", y a la actriz lsabella Rosellini por su "excepciorial interpretación en El equipaje perdido".

Más horizontes

Redondearon la lista los premios El Ángel Azul, dedicado a la mejor película europea a El equipaje perdido, dirigida por el holandés Jeroen Krabbé, y el Premio Alfred Bauer, que distingue a la película que abre más horizontes al lenguaje cinematográfico, a la china Hold you tight, dirigida por Stanley Kwan.Todo huele a limpio en esta lista, con la ya aludida reserva de que el Oso de Plata a Cortina de humo parece exactamente, visto desde aquí, lo que el título del filme enuncia, un intento de que todos desviemos la mirada para no tener que ver que tras esa cortina se esconde un comprensible acto de agradecimiento a Robert de Niro por los servicios prestados al venir a animar un poco este año el muy apagado rincón de las estrellas y poner una inyección de glamour final.