El dramaturgo John Arden defiende el espíritu de los 'jóvenes airados'

John Arden, de 67 años, conocido dramaturgo inglés y miembro destacado de la generación de los jóvenes airados, que plantó cara al poder establecido en el Reino Unido de los años sesenta y setenta, se encuentra en España, donde acaba de publicar su primera novela, Vida de un republicano, con la que fue finalista del Premio Booker en 1982. En su novela, al igual que en su teatro, Arden da voz a los desplazados y pone de manifiesto la ambigüedad moral de los poderes establecidos. "Mi postura sigue siendo la misma que hace 30 o 40 años y pasa por enfrentarse al poder establecido", dijo ayer.

Vida de un republicano es su primera novela, publicada en nuestro país por Edhasa. Desde entonces han visto la luz otras tres, que junto a ésta forman una tetralogía que abarca distintos periodos de la historia. Vida de un republicano se sitúa entre los años 91 y 81 antes de Cristo.A pesar de su incorporación al mundo de la narrativa, Arden no ha dejado de escribir teatro en estos últimos 20 años, junto a su mujer, pero son obras para ser emitidas por la radio, medio en el que comenzó como dramaturgo en los años cincuenta, tras abandonar su profesión de arquitecto. Sus primeros textos los puso en escena el Royal Court Theatre, cuando estaba dirigido por George Divine. Más tarde también se interesó por su obra Laurence Olivier, que puso en escena The workhouse donkey, con el National Theatre, y son numerosas las compañías que han montado sus numerosas obras.

Arden piensa que, como novelista, ha tenido que empezar de cero: "Esta circunstacia me produce una gran sensación de libertad", señala y al tiempo afirma que no le importa que el lector olvide su reputación como autor de teatro. "Además, ningún actor me estropea las frases, nadie cambia mis ideas, no tengo limitaciones en el número de personajes y nadie me impone fechas para terminar", añade satisfecho.

"En Vida de un republicano quería hablar de personajes menores, actores que en realidad no tienen mucho que decir en una sociedad impuesta, quería transmitir una sensación de indefensión e impotencia ante las guerras que se avecinan". La novela la escribió en 1981, cuando se produjeron las huelgas de hambre en Irlanda: "Reflejé esa impotencia que muchas personas vivimos con aquellos acontecimientos", dice de su novela.

Piensa que el grupo de los jóvenes airados, en el que también figuraban otros dramaturgos como Joe Orton, no creó un movimiento: "Los jóvenes airados no generamos un movimiento ni una corriente literaria, sólo éramos un grupo, a veces con características ideológicas similares, que adoptamos posturas enfrentadas al poder establecido", y añade: "Mi literatura de entonces y la de ahora habla de hasta qué punto el individuo es responsable de lo que ocurre como consecuencia de lo que hace el poder establecido". A pesar de su fobia hacia las apariciones públicas, Arden no ha dudado en manifestarse en contra del anunciado bombardeo a Irak.

Influido por Irlanda

Su actitud rebelde contra los poderes establecidos y el hecho de que sus textos hablen del enfrentamiento entre el Reino Unido e Irlanda ha influido en su dramaturgia. "Ningún teatro público se atreve a montar mis obras, hay llamadas con amenazas de bombas y ni actores, ni agentes, ni teatros se arriesgan a participar en este tipo de proyectos", afirma este autor casado desde 1957 con la actriz irlandesa Margaretta D'Arcy, con la que vive en Irlanda, algo que cree ha sido fundamental en su literatura.Pero el teatro también marca sus cuatro novelas. Vida de un republicano tiene como protagonista a un hombre de teatro que, cuando un accidente le retira de las tablas, ejerce de productor, agente artístico y director, actividad que desarrolla envuelto en las intrigas y conflictos de la sociedad que vive y que Arden reconstruye con una elaborada documentación.

También reproduce en sus novelas otros elementos de su dramaturgia, como es su afición por plantear fuertes conflictos que deliberadamente deja sin resolver.