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La fiesta del año

El Metropolitan ultimaba ayer los preparativos de su famosa gala anual, la cita más prestigiosa del calendario social neoyorquino, en la que famosos y debutantes se codean entre columnas de arte egipcio con vistas a Central Park. Este año, además, por coincidir con la inauguración de la muestra de Versace, la ocasión tendrá grandes dosis de glamour.Se trata de una fiesta benéfica cuyos presidentes de honor eran la hermana y heredera de Versace, Donatella, y su gran amigo el cantante Elton John. La presencia también de Sting en el acto confirmaba la predicción de que ayer por la noche se hablaría no sólo de Versace, sino también de Lady Di.

Sorprendentemente, en la lista facilitada por la organización aparecía también el nombre de Woody Allen, personaje sobre el que hay que preguntarse de qué hablará con los mencionados y otros protagonistas del mundo de la fama como el productor musical David Geffen, las actrices Salma Hayek, Cher y Gwyneth Paltrow, el cantante-actor Jon Bon Jovi y la modelo, o lo que sea, Lisa Marie Presley; así como los diseñadores Oscar de la Renta, Tommy Hilfiger, Ralph Lauren, Isaac Mizrahi y Vera Wang. A lo mejor les propone a todos hacer una película juntos, una vez demostrado en su más reciente estreno, Deconstructing Harry, que puede manejar un reparto de 19 estrellas de lo más dispar.

Puertas abiertas

Volviendo a Versace, hay que recordar que ya en septiembre el Metropolitan le había organizado un homenaje con la presencia de amigos y famosos, pero en esa ocasión, con la muerte de Diana todavía cerca, se prohibió la entrada a la prensa y se puso a los fotógrafos detrás de una valla al otro lado de la Quinta Avenida. Ayer, sin embargo, el Metropolitan dejaba entrar a cualquiera que dijera ser periodista y en el pase de prensa había colas. Un celador contó 300 personas entrar cada treinta minutos, y la cosa duraba dos horas. El jueves la muestra se abre al público.En los últimos días, el nombre de Versace había vuelto a los periódicos por otros dos asuntos totalmente distintos. A comienzos de este mes, los herederos del diseñador aceptaron las disculpas y la indemnización (más de quince millones de pesetas en total) de dos periódicos británicos que habían publicado reportajes anunciando conexiones del imperio Versace con la mafia y el blanqueo de dinero. También coincidiendo con el día mundial del sida, se celebró en Miami la llamada Fiesta Blanca, una cita anual de homosexuales que en esta ocasión estuvo dominada por el recuerdo a Versace.

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