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El guitarrista Ronnie Earl actúa en el Festival de Jazz de Madrid

El caso de Ronnie Earl enseña que no es necesario haber tenido un contacto precoz con una forma artística para enamorarse perdidamente de ella. El neoyorquino conocía el blues sólo por referencias hasta que acudió al Fillmore East a una actuación de Albert y B. B. King. Este impactante estreno con el género tuvo inmediata y feliz continuación en otro concierto de Muddy Waters. Ya no le cabía duda: había decidido convertirse en guitarrista a la nada tierna edad de 25 años. Progresó con tal rapidez que desde finales de los ochenta figura entre las más firmes realidades de la escena del blues. Al amparo de ese prestigio, Earl toca hoy con su grupo Broadcasters en el Festival de Jazz de Madrid (sala Caracol).

"El público y la prensa son muy amables conmigo y agradezco mucho sus elogios, pero no me siento un gran guitarrista. Debe ser que captan el amor que siento por la música". A juzgar por el tono de esta primera manifestación de Earl, algo parece estar cambiando en los nuevos bluesmen. En su voz suave y educada no hay ni rastro de la cortante reciedumbre de los maestros de antaño. Sus orígenes, cuando todavía utilizaba su nombre de pila, Ronald Horvath, tampoco se parecen a los de la mayoría. "He estudiado blues, pero también jazz", recuerda, "conozco la historia de ambas y para mí no hay diferencia entre ellas. De hecho, en mi último disco [The colour of love] hay una versión del que me parece el más bello blues lento, Round midnight [escrito por el pia nista de jazz Thelonious Morik]".

Favoritos

Earl, apellido artístico adoptado por sugerencia de Muddy Waters y en homenaje a Earl Hooker (histórico guitarrista fallecido a los 41 años), admite que en su casa escucha sobre todo jazz, "en especial a saxo-fonistas modernos como John Coltrane y Ph-araoh Sanders, además de a baladistas clásicos como Ben Webster". Pero Ronnie Earl también tiene sus guitarristas favoritos de blues: Buddy Guy, Magic Sam, Otis Rush y Robert Lockwood Jr., entre otros. Curiosa selección que deja fuera a sus primeros ídolos, verdaderos pesos pesados como B. B King o T. Bone Walker. "Una cosa no quita la otra", aclara Earl, "me encantaría colaborar con Eric Clapton pero no me siento influido por él. Mis intereses son variados. Me parece muy bien. lo que está haciendo Keb' Mo' con la guitarra acústica. Yo también la utilizo a veces y me gusta tocarla al estilo de los viejos maestros como Robert Jolínson. Ahora que mi sello discográfico hace llegar mis trabajos a cual quier parte del mundo, dispongo de todas las posibilidades". Para dar fe de su renovado eclecticismo, Earl ha vuelto a llamar al teclista Gregg Allman para que colabore en su próximo disco, pero su futuro también aparece halagüeño en otros aspectos. "Creo que el gran éxito de mi vida ha sido dejar el alcohol y las drogas. Hace nueve años que estoy limpio y ahora empiezo a reconocerme. Ahora me siento de verdad satisfecho conmigo mismo".

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