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Naomi Campbell, estrella del desfile de Amaya Arzuaga en Londres

Buena acogida al pase de la diseñadora española en la Semana de la Moda

La colección de Amaya Arzuaga, de 25 años y la única diseñadora española en la Semana de la Moda de Londres, estuvo a la altura de las expectativas. Trajes de punto extremadamente ceñidos, conjuntos que hacen del caos estético su máximo atractivo y materiales de extrañas propiedades plásticas se combinan con un puñado de vestidos espléndidos, algunos exhibidos por la supermodel Naomi Campbell.

El desfile empezó con retraso. El público que llenaba la carpa instalada en el Museo de Ciencias Naturales de Londres tuvo tiempo de comprobar con aprensión cómo el viento sacudía el frágil techo de plástico y hasta la barra de metal a la que estaban sujetos los focos. Pero todo quedó olvidado cuando la primera modelo, luciendo una chaqueta larga de punto malva con franjas de colores, salió a la pasarela.El viento que arrasaba las calles de Londres -las galernas se han cobrado estos días media docenas de vidas en el Reino Unido- parecía haberles dado el último toque a los peinados de la veintena larga de modelos. Moños deshilachados, enmarcando rostros palidísimos, cuerpos escuálidos embutidos en modelos en la mejor línea de la moda británica. La ropa que propone Amaya Arzuaga para el invierno 1997-98 sintoniza perfectamente con el espíritu londinense. La línea masculina, por ejemplo, que lucieron ayer un grupo de modelos, algunos con aspecto de descargadores de los muelles de Liverpool, otros con pinta de efebos, haría la felicidad de cualquier seguidor del grupo de rock Oasis. Jerseis multicolores, impermeables de una textura muy ligera, pantalones en tejidos plásticos y colores neutros.

La geometría se impone en los conjuntos de punto, algunos con faldas irregulares sobre pantalones estrechos. Pero Arzuaga incorpora además a su estilo el traje transparente que han adopta do casi todos los diseñadores. En algunos casos, las transparencias se limitaban a líneas transversales; en otros, como en el vestido negro con el que cerró Naomi Campbell el desfile, las transparencias lo eran todo.

Unas letras anunciando el brandy que patrocina la colección de Arzuaga, colocadas estratégicamente en el pecho, neutralizaban el efecto de desnudo. Campbell lució tres de los más prometedores modelos de la colección. Un vestido azul calado, un traje de chaqueta de punto y un modelo rojo con una sola y delicada hombrera que realzaba el porte deslumbrante de la modelo británica.

En primera fila, entre las asistentes al desfile, la también modelo María Pineda, ex novia de Joaquín Cortés, ambos invitados de honor en la fiesta que ofreció Arzuaga anoche para celebrar su debú londinense.

Caos absoluto

El más bello de todos los modelos, un vestido calado verde botella, quedó perdido en medio de los conjuntos más atrevidos que la diseñadora de Burgos ofrece al público juvenil anglosajón. Una combinación en la que vale todo, sobre la base del caos más absoluto. Zapatos de tacón con calcetines hasta la rodilla, o exquisitas túnicas transparentes con chaquetitas de punto raquíticas. La geometría y el color juegan, con todo, un papel principal. El público aplaudió con entusiasmo a la responsable de la colección, que saludó al terminar el desfile, diminuta, del brazo de Naomi Campbell.

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