La renovación, de la mano de Mugler y Gaultier
El triunfo de la mujer-araña. 0 de la mujer-pájaro y de la mujer-hormiga, de kafkianas metamorfosis femeninas es lo que ha propuesto Thierry Mugler, el creador que más ha sorprendido con su colección de verano 1997. Mugler, un recién llegado procedente del prét-á-porter, inventa sus mujeres a partir de un universo sacado del escritor checo, de sus fantasmas sadomasoquistas y de dos filmes recientes: Microcosmos y Ángeles e insectos. Cintura de avispa, abrigo con alas de mariposa, plumas en la cabeza, peludas faldas de vinilo, monstruo submarino en látex y vanas mantis religiosas desfila ron ante la concurrencia alucinada del Hotel Intercontinetal.Dos días antes Alexander McQueen, el hooligan de Givenchy, decepcionaba con su historia de convertir a las chicas en argonautas en busca del vellocino de oro. El otro británico cooptado por el grupo LVMH para Dior, el gibraltareño John Galliano, prefirió las referencias étnicas a las homéricas y toda su colección quedó bajo el signo de la tribu Masai.
Yves Saint-Laurent estuvo ahí para tranquilizar, para que Catherine Deneuve pueda seguir siendo una señora, para que el smoking sea el mejor uniforme nocturno para ellas y, en definitiva, para probar una vez más que, a veces, no hace falta tener grandes ideas sino que basta con saber seguir la realidad.
Olivier Lapidus trabaja el terreno de la botánica e inventanuevos tejidos a partir de plantas. Su idea es reciclar los excedentes agrícolas y convertirlos en ropa. De ahí que el girasol sirva para mezclarse con el algodón o el maíz con la seda. El problema, si la idea triunfa, va a consistir en encontrarle un destino a los nuevos excedentes creados a base de prescindir de fibras artifliciales, lana o lino.
El otro gran triunfador es Jean-Paul Gaultier, otro intruso venido del prét-á-porter. Aunque la prensa estadounidense, "con una mala fe que roza el ridículo", según Liberatión, no sabe ver "lo que explota ante nuestros Ojos: que la mercadotecnia y la publicidad están en Milán y Nueva York pero la creación, el talento y el humor habitan en París", estos desfiles han revelado o confirmado que Gaultier sabe manejar como nadie materiales hasta ahora desconocidos para la alta costura. Es el rey del reciclado, quien mejor trasciende los fenómenos callejeros espontáneos.-
