"Nos alejan cada vez más de la vida"
El lugar donde trabaja Jesús Hilario Bara, de 27 años, el departamento de Tramitaciones y Embargos de los juzgados de la plaza de Castilla, parece a las nueve de la mañana una ruidosa factoría: decenas de ciudadanos acuden a por información o a por papeles. Bara, cuyo cometido es enviar escritos de un lugar a otro de la administración de ocho de la mañana a tres de la tarde en medio de este escándalo, cobra por eso 80.000 pesetas. Y el año que viene cobrará lo mismo. Afiliado a Comisiones Obreras, sabe muy bien lo que esto significa para él: "Lo diré en una sola palabra: cada vez te alejas más de las necesidades primarias de la vida". Jesús Hilario vive con sus padres: "Claro que me gustaría irme de casa, pero dígame cómo lo hago", explica este hombre que, a pesar de todo, está convencido de que "no hay que conformarse". Por eso el sindicato, por eso las manifestaciones. "Soy licenciado en Ciencias Políticas; mi novia, que ahora está en paro, es licenciada en Sociología. Y con todo esto, ni siquiera podemos planear una vida. Yo entiendo que hay gente, funcionarios con responsabilidades y con familia, a los que la congelación les afecta muchísimo. Pero yo sólo digo que para personas como yo con este sueldo, sin posibilidades de subida y sin casi posibilidades de promoción, lo que se nos está impidiendo es el hecho mismo de tener esas responsabilidades: y también es muy triste".