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Parte del legado de Llorenç Villalonga, a punto de pasar a manos alemanas

La residencia estival del novelista Llorenç Villalonga (Palma de Mallorca, 1897-1980) está en trance de ser adquirida por un ciudadano alemán. La casa, conocida como Can Sabater, está situada en el recio pueblo de Binissalem, en el centro de Mallorca, y en ella pasó todos los veranos, desde 1936, el autor de Bearn y Mort de dama. La casa fue donada en 1990 al Ayuntamiento de Binissalem con la condición de que albergara una residencia para ancianos, pero la cesión ha quedado sin efecto al no ejecutarse en seis años aquel proyecto asistencial.En pleno parón institucional de agosto, las autoridades culturales de Mallorca intentan de manera urgente evitar la pérdida del simbólico edificio para el patrimonio público. Esta iniciativa significaría también la recuperación de la biblioteca y archivo del literato, cuyo legado tampoco pudo ser asumido ya que la Fundación Villalonga, que se creó al efecto en 1990, tampoco se ha reunido nunca hasta ahora. En 1997 se celebrará el Año Villalonga al cumplirse 100 años del nacimiento de quien es uno de los más importantes prosistas en catalán del siglo XX.

En los primeros días de septiembre, el Consell de Mallorca ha de decidir si ejecuta el derecho de tanteo que el heredero de Villalonga le ha ofrecido, a un precio de 56,5 millones de pesetas, para poseer el bello edificio, frenar con ello su traspaso al particular centroeuropeo y crear en el inmueble una casa-museo literario al estilo de las que son comunes en diversos países europeos.

El profesor de literatura Damiá Pons, responsable político de la comisión de Cultura del Consell, reconoció que la casa Villalonga podría convertirse en un centro de estudios y documentación sobre su obra. Si la "operación de rescate" logra suscitar el consenso de los diferentes partidos políticos que integran el Gobierno del Consell, el casal albergaría un pequeño estudio-vivienda temporal para escritores o investigadores invitados y una exposición sobre el patrimonio rural. Una institución privada podría cooperar en la recompra para subsanar la pérdida del legado patrimonial y documental. En los presupuestos del Consell existe una partida disponible de 25 millones de pesetas.

Sede con memoria

El albacea y heredero universal de Villalonga, el magistrado José Zaforteza, reconoció ayer con pesar que recuperó la titularidad del Casal Sabater ante la falta de iniciativas y proyectos municipales en Binissalem, pero mostró su deseo de que la comunidad no pierda la posibilidad de preservar en una sede con "biografía" la memoria del célebre autor. En este sentido, Zaforteza señala que ha rebajado el montante de la posible venta institucional sobre la oferta del particular. Además, asegura que dotará la casa con mobiliario de época si el Consell la adquiere y rehabilitará la fachada.

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