Christian de Sica: "De mi padre aprendí a valorar la vocación"
El director y actor italiano estrena el filme 'Hombres, hombres, hombres'
Todavía recuerda el día en que se sentó frente a Vittorio para decirle que había elegido el camino del cine. "Si estás seguro de amarlo de verdad, adelante. Pero si no es así, debes saber que va a ser terrible". Ese fue el consejo que el joven Christian recibió de quien, además de su padre, fue uno de los maestros indiscutibles del neorrealismo, italiano. "De mi padre aprendí lo mucho que debes amar este trabajo, la seriedad y la dureza de un oficio en el que no cabe la improvisación. Me enseñó, sobre todo, a valorar la vocación".
Asegura que el peso de su apellido, lejos de abrirle las puertas, le ha traído muchos quebraderos de cabeza: "Parece increíble, pero todos los amigos de mi padre me negaron su apoyo. En América, los hijos de los grandes cineastas no tienen los problemas que encuentran en Italia. Yo tuve que entrar por la puerta pequeña".A sus cuarenta años, y con 46 películas a sus espaldas, la mayoría de ellas como actor, Christian de Sica está en España para presentar Hombres, hombres, hombres, una película escrita y dirigida por él mismo en la que aborda el tema de la homosexualidad "sin prejuicios, con humor, desterrando todos los tópicos". El retrato de cuatro amigos homosexuales que oponen a la vida un cinismo agridulce ha dado una película donde lo cómico y lo trágico conviven en un mismo espacio: "La esencia de mi película es puramente latina, con ese humor que procede de la tradición del sorpasso italiano y de la comedia de Vittorio Gassman. Es una forma de entender la vida que consiste en no tomarse nada demasiado en serio". Una fórmula que, según él, resultaría inadmisible para la cultura gala: "Sólo los italianos y los españoles sabemos lo que es exorcisar la vida a través del humor". Producida por Filmauro, y distribuida por Lauren Films, este nuevo proyecto de De Sica se encuadra dentro de una trilogía en la que el cineasta ha abordado el tema de la diversidad: primero, con Faccione, película que significó su debú como director; luego, con Tres, su último trabajo protagonizado por Anna Galiena. El círculo se cierra con Hombres, hombres, hombres, donde lo diverso implica adentrarse en el universo gay a través de una mirada estrictamente homosexual: "He evitado el punto de vista heterosexual. Frente al estereotipo de la loca frágil y débil, buscaba personajes que cogieran la vida por los cuernos, como los grandes homosexuales de la Historia, desde Leonardo da Vinci a Luchino Visconti".
Su película no ha pasado inadvertida para los sectores más reaccionarios de -la sociedad italiana. Cuando el cómico Leo Gullotta, que comparte reparto junto a Massimo Ghini, Alessandro Haber y el propio De Sica, reconoció su condición homosexual en televisión, la reacción del público no se hizo esperar: "Creo que la sociedad española postfranquista es más tolerante que la italiana. La película ha hecho reflexionar a mucha gente en mi país. El colectivo homosexual está satisfecho porque he presentado una visión sincera del problema". Encasillado en papeles cómicos de latin-lover, Christian asegura que esta interpretación le ha ayudado a romper ese cliché: "Cuando le conté al productor mi deseo de interpretar a un homosexual, creyó que estaba loco". Pero su necesidad de contar la verdad sobre un tema tabú le animó a se guir adelante. "Debe ser muy duro vivir la homosexualidad en Italia y en España, tierra de machos y toreros". Y concede un paréntesis de admiración a Pedro Almodóvar: "¿Por qué triunfa Pedro? Porque con su humor inteligente ha combatido a todo un país construido sobre el mito del macho ibérico". Si se le pregunta por su condición de pro vocador, lo niega con una sonrisa: "No he buscado la vía destructiva del escándalo, sino algo que mi padre hacía muy bien: poner detrás de cada historia un poquito de bondad".
Babelia
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