Asesinada una periodista que investigaba las mafias en Irlanda
Verónica Guerin, de 36 años, una de las periodistas más conocidas en la República de Irlanda, fue asesinada a tiros la tarde del miércoles en una autopista próxima a Dublín por dos sujetos que viajaban en una motocicleta. Guerin había dedicado los últimos años de su vida a desenmascarar la identidad de los clanes mafiosos irlandeses que controlan el tráfico de drogas y son responsables de una escalada sin precedentes de la delincuencia en el país.Los asesinos esperaron a que el coche rojo que conducía Guerin se detuviera en un semáforo para disparar a bocajarro sobre la conductora, que recibió seis impactos de bala y falleció en el acto. Era el tercer atentado sufrido por Verónica Guerin, que había convertido su trabajo como periodista free lance en una cruzada contra varios personajes mafiosos irlandeses. En su último artículo, publicado el pasado fin de semana en el rotativo dublinés Sunday Independent, para el que trabajaba regularmente desde hacía tres años, Guerin hacía un escalofriante relato íntimo de un famoso traficante de heroína, Tony Felloni, un sujeto que introdujo personalmente a su hija en el mundo de las drogas e intentó envenenar a su propia esposa.
Actividades del IRA
En el mismo trabajo, la periodista asesinada ofrecía inquietantes datos sobre la actividad del IRA Provisional. De acuerdo con Guerin, el grupo terrorista había concentrado durante el alto el fuego declarado el 31 de agosto de 1994 grandes cantidades de explosivos, utilizados más tarde para fabricar las bombas que estallaron en los Docklands londinenses y en Manchester.Guerin, casada y madre de un niño de cinco años, había recibido un par de avisos de los mafiosos. En el primero, su domicilio fue tiroteado; en el segundo, ella misma resultó herida cuando un delincuente enmascarado entró en su casa armado con una pistola y abrió fuego contra ella. La dirección del periódico Sunday Independent había ofrecido protección especial 24 horas al día a Guerin, quien en ningún momento se dejó intimidar por las serias amenazas que pesaban sobre su vida.
