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La muestra es un tributo a los tres grandes maestros: Orozco, Rivera y Siqueiros

El Centro Cultural de Belém, uno de los más emblemáticos y representativos de Lisboa, rinde estos días homenaje a la cultura mexicana con una amplia exposición -La magia de México-, en la que destaca la muestra dedicada a los tres grandes maestros del muralismo: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. La ciudad que fue Capital Europea de la Cultura durante 1994 ofrece este tributo a la corriente artística que constituye una de las manifestaciones más auténticas de la cultura mexicana.

La exposición exhibe hasta finales de febrero los dibujos y óleos originales que sirvieron de base y preparación a los tres pintores para componer sus murales, de los que se ofrecen amplias reproducciones fotográficas.La muestra, que ha obtenido una excelente acogida en Lisboa, expone también una colección de grabados de los artistas contemporáneos más representativos de ese país, 50 esculturas de Sebastián distribuidas por el interior y exterior del centro, tejidos y trajes tradicionales procedentes del Museo de la Indumentaria, fotografías de Manuel Álvarez Bravo, y una singular exhibición del arte funerario que ha caracterizado la cultura popular mexicana.

No obstante, la muestra más significativa y Visitada de esta exposición es la sala dedicada a los tres grandes maestros del muralismo, corriente artística que surgió de la Revolución iniciada en 1910. Las consecuencias sociales, históricas y políticas de los años que siguieron a la revolución provocaron el nacimiento de esta corriente nacionalista, cuyos principales motivos de inspiración fueron el derecho de los pueblos a la paz y la libertad. Este movimiento figurativo tuvo como objetivo crear "un arte monumental y heroico, nómada y popular", en palabras del propio Siqueiros.

Con formas expresivas completamente diferentes, las obras de los tres muralistas giran en torno a un tema común: la reivindicaciones de los pueblos oprimidos. No en vano México vivió en aquellas épocas un periodo de opulencia para unos Pocos y de absoluta miseria para la gran mayoría, donde además la cultura de ese país fue infravalorada en favor de cualquier movimiento artístico extranjero.

Estas experiencias marcaron la vida y la obra de los tres máximos representantes del muralismo mexicano, que sólo puede ser entendido como un reflejo de las inquietudes de ese pueblo, sus ideas y sus ansias en el contexto de las reivindicaciones sociales que surgieron de la revolución.

Coincidencia

El comisario de la exposición en Lisboa, Antonio Luque, señala que la obra de los tres muralistas muestra una evidente coincidencia: "Nos ofrece la visión de un pueblo sometido, revolucionario e inconformista, pero no vencido y, por encima de todo, de un pueblo que no olvidó ni desconoce su propio rostroEste homenaje a la inagotable magia mexicana incluye también una exposición de 150 antiguas obras artísticas pertenecientes a los fondos del Museo Nacional de Antropología de la ciudad de México, que posee la mayor colección de objetos arqueológicos precolombinos del México antiguo. Las obras proceden de un periodo que va desde el año 1500 antes de Cristo al año 1000 de nuestra era, lo que supone un recorrido de más de 25 siglos de cultura mexicana.

Esta exhibición de arte ofrece obras de la cultura indígena teotihuacana, olmeca, maya, zapoteca y, por supuesto, azteca, el pueblo que fundó la ciudad de México. Como broche final a esta exposición sobre la cultura mexicana, el centro cultural de Belem presentará los días 19, 20 y 21 de enero la actuación del ballet folclórico de México, que dirige la coreógrafa y bailarina Amalia Hernández.

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