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España acepta un ritmo más lento para tratar con Cuba del acuerdo con la UE

Xavier Vidal-Folch

XAVIER VIDAL-FOLCH La presidencia española de la Unión Europea (UE) ha aceptado imprimir un ritmo más lento al diálogo con Cuba para establecer un acuerdo de cooperación con el único país latinoamericano que carece de él. La UE pretende que este acuerdo ayude al actual proceso de reformas económicas del régimen de Fidel Castro e impulse su apertura política. Contra lo previsto, el Consejo de Ministros de Exteriores eludió el día 4 la discusión del último informe elaborado por la troika comunitaria, lo que aplaza la decisión de abrir la negociación formal sobre el acuerdo.

El retraso ha causado sorpresa en medios diplomáticos y comunitarios porque la presidencia española ha sido una gran valedora del acuerdo incluso antes de empezar a ejercer como tal. El ministro de Exteriores, Javier Solana, empezó a impulsarlo el pasado mes de mayo.Enseguida, el 28 de junio, la Comisión aprobó la "comunicación" del vicepresidente Manuel Marín que proponía la vía hacia el acuerdo de cooperación. Los Quince enviaron a la troika -Alemania, España e Italia- a la isla para una primera discusión con sus dirigentes, que se efectuó entre el 4 y el 10 de noviembre. El grupo, presidido por el español Yago Pico de Coaña, rindió su informe al Grupo de Política Exterior de la Unión y a su Comité Político (Copo), en el que constataba la necesidad de la cooperación para facilitar la reforma económica y condicionar la evolución política del castrismo, El primero lo aprobó. El segundo tomó nota porque Alemania presentó una reserva: "Diálogo, sí; cooperación, no".

Superados estos trámites, sólo quedaba que el Consejo lo discutiera el día 4, como paso previo imprescindible para que los Quince otorgasen a la Comisión un mandato de negociación con Cuba. Al final, la presidencia no colocó el punto de Cuba en el orden del día. Ello se debió, según distintas fuentes, a que "España quiso evitar que aumentara la presión de la olla procedente de Estados Unidos". Christopher acababa de destacar en la cumbre euroatlántica de Madrid que, aunque Estados Unidos y Europa comparten "el mismo objetivo" sobre Cuba, practican "políticas distintas". Y el Congreso norteamericano ha aprobado recientemente la ley Helms-Burton, que postula el refuerzo del embargo a la isla. Además, el día 4 era la víspera de la ratificación de Solana como secretario general de la OTAN.

Altas fuentes de Exteriores niegan rotundamente que el factor norteamericano fuese la causa del aplazamiento de la discusión. El diplomático Jorge Dezcallar "propuso al Copo que endosase el informe, pero Alemania se opuso, por lo que forzar la discusión habría sido precipitarse", justificaron. Esta prudente actitud con el asunto de Cuba "contrasta con la aceleración que la presidencia española ha impreso a todos los otros asuntos de su agenda", destacan otras fuentes diplomáticas: el acuerdo con Marruecos, el pacto euromediterráneo o la Nueva Agenda Transatlántica Unión Europea-Estados Unidos.

Además, subrayan que la reserva alemana era vencible, pues "el canciller Kohl acaba de visitar Vietnam", país con lagunas democráticas parecidas a las de Cuba y con el que la Unión acaba de firmar un acuerdo similar, "y ha vuelto muy satisfecho".

La UE entiende que estos, acuerdos no consolidan los regímenes autocráticos, sino que "abren espacios de libertad" en ellos y facilitan su transformación. Incluso firmó otros con el Chile de Pinochet y con la -Suráfrica del apartheid.

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