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China impone rígidos limites a las protestas del foro paralelo de la Cumbre de la Mujer

Amnistía Internacional denuncia 16 ejecuciones previas a la Conferencia

El Gobierno chino no está dispuesto a permitir que sus ciudadanos escuchen las critícas que puedan salir del foro de las ONG, que empieza hoy y es paralela a la Conferencia Mundial sobre la Mujer. Las ONG, confinadas en la localidad rural de Huairou, a 60 kilómetros de Pekín, no podrán manifestarse en lugares públicos. Ayer supieron que, además, sus protestas deberán desarrollarse siempre en la pista de atletismo de un colegio público de la localidad y en ningún exhibirán consignas "que atenten contra la soberanía del estado huesped ni contra sus gobernantes".

A las limitaciones impuestas desde un principio se añadieron ayer nuevas normas. Un portavoz de la seguridad informó a las organizaciones no gubernamentales (ONG) que las manifestaciones contra China también están prohibidas dentro del recinto donde mañana empieza el foro. Después, el viceministro de Seguridad Tian Qiyu, añadió el lugar exacto donde deberán desarrollarse las manifestaciones.El máximo responsable del Foro de ONG, Supatra Masdit, respondió a las exigencias de Quiyu que las leyes del país huésped sólo primarán fuera del recinto de reuniones, y el propio portavoz de exteriores chino, Chen Jian, quiso quitar hierro a las declaraciones del viceministro insistiendo en que el Gobierno chino "piensa observar estrictamente las regulaciones de la ONU y de ningún modo va a confinar las actividades de las ONG", aunque señaló que cualquier acto de protesta que se haga en Pekín necesitará el consentimiento de la policía.

El ambiente era tenso ayer en Pekín. Los dirigentes de Amnistía Internacional, que por primera vez han obtenido permiso para entrar en China, han celebrado nada más llegar una rueda de prensa para denunciar las 16 ejecuciones que han llevado a cabo como parte de una operación policial dirigida a garantizar la seguridad en el Foro.

Pierre Sane, secretario general de Amnistía Internacional, reconoció los avances sociales que ha experimentado China en los últimos años, pero señaló que en el terreno de la libertad de expresión "el panorama es cada vez más sombrío y en modo alguno se justifican las mejoras de las condiciones de vida con el amordazamiento total de la libertad de expresión y otros derechos humanos".

Amnistía Internacional advirtió que iba a tratar por todos los medios de ponerse en contacto con los medios de prensa chinos para informarles de los intentos por parte de la organización de limitar la libertad de movimiento de los participantes en el foro, aunque no ocultó que le parecía muy difícil lograr este objetivo. Tampoco, dijeron, estaban dispuestos a dejar que su presencia en Huairou fuera utilizada por el Gobierno chino con fines propagandísticos.

En Huairou, las ONG se quejaban también del recibimiento que les ha dispensado el Gobierno chino. Estaba prevista la asistencia al foro de 30.000 representantes de ONG, pero sólo han llegado 26.000. A muchos de los que faltan les ha sido denegado el visado por el Gobierno chino. Los casos más denunciados han sido los de las ONG de Tíbet y Taiwan. También la falta de alojamiento en Huairou, donde necesariamente tienen que quedarse las participantes del Foro, ha sido duramente criticada.

Los que ya han llegado al lugar tres trenes repletos de mujeres. están desembarcando estos días en la capital china se quejan de la deficiencia de las comunicaciones, -Huairou está a más de una hora en coche de Pekín- y del poco espacio con el que cuentan.

La secretaria de la Cumbre oficial, la tanzana Gertrude Mongella, visitó ayer el Foro alternativo y dijo que tantas críticas eran injustificadas. El Papa insistió ayer en sus mensajes de apoyo a las mujeres, recomendando a los hombres que adopten una visión más positiva sobre ellas. Recordó a los 450 millones de varones católicos que la "falta se sensibilidad de los hombres" ha influido en las desventajas que sufren las mujeres.

La jefa de la delegación vaticana, la socióloga norteamericana Mary Ann Glendon, ha criticado el documento de Pekín por ser "monstruosamente largo", poco riguroso y demasiado centrado en la salud reproductiva. El documento tiene 165 páginas y la Cumbre oficial será del 4 al 15 de septiembre.

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