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Juppé vincula su gestión al éxito de la "cruzada por el empleo" en Francia

Enric González

El primer ministro francés, Alain Juppé, presentó ayer un programa de gobierno orientado hacia un solo gran objetivo: la lucha contra el paro. "Todo mi programa se resume en una sola palabra: empleo. Nos imponemos a nosotros mismos ese desafío, y de acuerdo con él seremos juzgados", dijo ante la Asamblea Nacional. El primer instrumento para crear trabajo con urgencia será un nuevo contrato parcialmente subvencionado por el Estado, que ya anunció Jacques Chirac durante su campaña electoral.

A medio y largo plazo, según Juppé, hará falta reformar a fondo el sistema educativo francés e involucrar a toda la Unión Europea (UE) en la "cruzada por el empleo". Juppé comenzó por las emergencias. Con 3,28 millones de desempleados, 1,2 millones de ellos en el paro durante más de un año, más de un millón de perceptores del subsidio de supervivencia y 400.000 personas sin vivienda, el equilibrio social francés se encontraba, dijo, ante una grave amenaza".Para los franceses en peor situación, el primer. ministro anunció la construcción de 20.000 plazas de albergue para indigentes antes del próximo invierno y 10.000 viviendas sociales "para alojamientos de urgencia" a añadir a otras 20.000 ya previstas por el anterior Gobierno.

La pieza clave del programa gubernamental había de ser el Contrato Iniciativa Empleo (CIE), de cuyo resultado dependerá en gran parte el éxito o el fracaso del primer ministro. El CIE podrá ser utilizado por todos los empresarios que contraten de forma indefinida a desempleados de larga duración. El empresario quedará exento durante dos años de todo tipo de cargas fiscales y sociales por ese puesto de trabajo, y durante ese periodo percibirá del Estado una prima mensual de 2.000 francos (unas 50.000 pesetas). "No habrá grandes mecanismos para controlar el buen uso del CIE, porque prefiero confiar en los empresarios. Espero que no se produzcan sustituciones de trabajadores regulares por otros subvencionados", señaló Juppé, quien anunció que la ley sobre los nuevos contratos llegaría a la Asamblea Nacional antes de julio. Para facilitar la utilización del CIE a las pequeñas empresas, cada capital de provincia dispondrá de una oficina.

Escepticismo socialista

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La oposición socialista se mostró escéptica ante el CIE. Henri Enimanuelli, en su intervención, recordó que en 1989 los socialistas implantaron un contrato muy similar, con un resultado modesto: se crearon poco más de 100.000 empleos netos. La derecha lo suprimió en 1993. Marc Blondel, líder del sindicato Fuerza Obrera, señaló, por su parte, que el programa de Juppé le había parecido "neoclásico" e "inteligente".

El primer ministro anunció también una próxima reducción de las cargas fiscales; sobre los salarios más bajos y un aumento en julio del salario mínimo. El aumento, según fuentes gubernamentales, debería superar el 4%.

Por otra parte, Juppé señaló la preparación, dentro del presupuesto para 1996, de tina reforma del impuesto sobre la renta para gravar menos las rentas del trabajo y de las inversiones productivas y gravar más los beneficios de la especulación. No dio más detalles. Juppé vinculé directamente la "cruzada por el empleo" con una reforma profunda del sistema educativo. Será, sin duda, la reforma más difícil de su mandato. La reforma del sistema educativo será pactada con todas las partes implicadas, dijo Juppé, y culminará con un referéndum "para darle legitimidad".

El jefe del primer Gobierno de Jacques Chirac reconoció implícitamente su resbalón con el sector pesquero, al no incluir entre las 42 carteras de su numerosísimo Gabinete el prometido Ministerio del Mar, y afirmó que no descartaba su creación en un futuro próximo.

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