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SANIDAD

Pasar más de tres meses en Rusia obligará a hacerse una prueba de sida

Pilar Bonet

La Duma Estatal de Rusia (cámara baja del Parlamento) insistió ayer en la defensa de una polémica ley sobre el sida y aprobó una versión suavizada de la misma. Sólo los extranjeros que visiten el país por más de tres meses serán obligados a certificar que no han contraído el sida. La ley aprobada obligará también a ciertas categorías de ciudadanos. rusos a pasar pruebas obligatorias de la enfermedad, a excepción de los diplomáticos que viven en el país.La Duma, que había aprobado la primera versión mucho más dura de la ley en noviembre de 1994, consiguió superar el veto impuesto por el presidente Yeltsin y aprobó la ley de forma unánime con 276 votos y tres abstenciones. Aquella primera versión de la ley aprobada por la Duma, y que habría entrado en vigor el 1 de enero pasado, obligaba a todos los turistas a que acreditasen no estar infectados de sida, incluidos diplomáticos y todos los turistas.

Para entrar en vigor, el documento tiene que ser firmado por el presidente, que está obligado a hacerlo, en el caso de que las dos cámaras parlamentarias se ratificaran en su posición y consiguieran una mayoría de dos tercios.

Contactos peligrosos

Anteriormente, Yeltsin utilizó sus prerrogativas legales y envió la ley de, nuevo al Parlamento para ser reelaborada. Ahora, el texto tiene que superar el veto presidencial en el Consejo de la Federación (la cámara alta). De pasar por todos estos trámites, la ley del sida, a la que se han opuesto muchos grupos de defensa de derechos humanos, entrará en vigor a primeros de agosto próximo. Sin embargo, cabe la posibilidad de que se presente un recurso de inconstitucionalidad que elimine los puntos más polémicos del texto, y son previsibles presiones de grupos de derechos humanos, grupos homosexuales y también representantes del sector turístico.

La ley establece que los ciudadanos extranjeros que viajan a Rusia deben presentar ante los representantes diplomáticos o consulares de este país un certificado médico de no tener el sida, de acuerdo con unos requisitos que el Gobierno ruso debe aún elaborar. De no presentar esta acreditación no los visitantes no obtendrán el visado. También prevé que un extranjero o "apátrida" aquejado de sida es susceptible de ser deportado.

Según datos de 1994, un total de 105 personas habían muerto de sida en Rusia desde 1987 y otras 740 personas, incluidos 281 niños, estaban infectados con el virus. Los grupos de derechos de los homosexuales aseguran, sin embargo, que las cifras son mucho más altas.

Durante los enconados debates que la ley ha provocado en el Parlamento, la diputada Bella Denisenko, jefe del Comité de Sanidad de la Duma, manifestó que el contacto sexual con un extranjero era "cien veces más peligroso que con un ruso".

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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