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Thyssen anuncia dos exposiciones para rescatar del olvido a Derain y Lindner

La escultura 'Las tres gracias', de Antonio Canova, se exhibirá en España

FIETTA JARQUE Una de las últimas obras que pintó el alemán Caspar David Friedrich (1774-1840), Barco de pesca a orillas del mar Báltico, se exhibe desde ayer en el Museo Thyssen de Madrid. El cuadro, que fue adquirido en una reciente subasta por el barón. Thyssen por más de 200 millones de pesetas, permanecerá en el museo en préstamo por un año. Ayer se anunció también el programa de exposiciones, que incluye una antológica de André Derain y otra del alemán Richard Lindner, además de pequeñas muestras en tomo a algunas de las principales piezas del museo, tituladas Contextos.

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El pavo de Tita

El barón Heinrich Thyssen se presentó ayer visiblemente afectado por recientes problemas de salud y acompañado por su esposa, Tita Cervera, y el director del museo, Tomás Llorens, para anunciar una se rie de acontecimientos en torno al museo que alberga su colección de arte. Con un brazo parcialmente inmovilizado, pero con un excelente humor, el barón presentó al público su más reciente adquisición, el pequeño y melancólico cuadro Barco de pesca a orillas del mar Báltico del alemán Caspar . David Friedrich. Se trata de una obra prácticamente desconocida hasta hace poco y que represen ta el momento final de un gran artista. "Éste fue el último cuadro que pintó Friedrich. Es oscuro y triste, tal vez porque presentía cercana su muerte, porque es cuando retorna la pintura después de su enfermedad", dijo ayer Thyssen. "Curiosa mente, éste se une a una serie de cuadros de la colección que fue ron los últimos de varios artistas. Está el que pintó Van Gogh un par de semanas antes de quitarse la vida; Amazona, una de las últimas de Manet; el último cuadro, una pieza inacabada de Arshylle Gorki, y también uno de los últimos que pintó en vida Tanguy".

Artistas del siglo XX

Pero había temas mucho más positivos y vitales que tratar esa mañana. Por ejemplo, el programa de exposiciones del museo para el próximo año y que tendrá dos grandes exposiciones, una dedicada a Derain y otra al alemán Richard Lindner. "Este año nos dedicaremos a artistas del siglo XX, en par ticular a artistas que han sido algo descuidados por la historia", dijo Tomás Llorens. "La antológica de Derain reunirá cerca de 70 cuadros de los que se exponen en la muestra que se inauguró hace un par de semanas en París. Derain, junto con Picasso y Matisse, formó el frente de investigación artística más avanzado en la primera dé cada del siglo. Fue un pintor absolutamente moderno, pero capaz de medirse con los maestros del pasado. La fecha provisional para la inauguración es el de abril". La otra gran exposición del Museo Thyssen estará dedica da a Richard Lindner, un artista que llegó tardíamente al arte, pero que con su originalidad fue capaz de convertirse en el nexo entre la nueva objetividad alemana y el pop art. Esta muestra se inaugurará en septiembre.

Se inician también este año una serie de pequeñas exposiciones tituladas Contextos. "Se organizan alrededor de una de las obras de la colección, y se propone publicar estudios que las sitúen históricamente", dijo Llorens. "La primera será alrededor del Arlequín de Picasso de 1923. Se expondrá junto a La flauta de Pan, que prestará por primera vez el Museo Picasso de París. Las dos son piezas importantes para comprender el periodo neoclásico de Picasso. La segunda de estas exposiciones girará en torno a la pintura Fränzi ante una silla tallada, de Kirchrier. La niña que sirvió de modelo para Kirchrier y Heckel, y la obra con la que se consolidó el lenguaje pictórico del grupo de Dresde".La dinámica de los museos exige prestar obras para poder, a su vez, pedir algunas a otros museos. Como consecuencia de esto se pueden ver estos días en el Museo Thyssen cuatro gauguin que han prestado los barones para llenar los huecos de varias obras prestadas. "Se trata de tres obras de formación en la trayectoria de Gauguin, además del célebre Mata Mua. Las primeras son pinturas emparentadas todavía con el posimpresionismo y que permiten ver momentos clave de su evolución".

Por último, el barón Thyssen anunció para el otoño de 1996 la exhibición en su museo de Las tres gracias, de Canova, una escultura que él contribuyó a salvar para que permanezca en el Reino Unido, pese a las ofertas de compra de Estados Unidos. Thyssen donó 160 millones, de pesetas para ello. "Fue una muestra de la generosidad del barón y símbolo de su preocupación por el patrimonio cultural europeo", declaró Llorens. "Es algo verdaderamente excepcional que se pueda llegar a ver en Madrid".

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