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Las potencias mediadoras deciden hoy endurecer sus sanciones a los serbios

Las potencias mediadoras en el conflicto de Bosnia se disponen hoy en Ginebra a apretar las clavijas a Serbia, después del nuevo rechazo de los serbobosnios a su plan de paz. Los ministros de Exteriores de EE UU, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania, que se reúnen esta mañana en la sede de la Embajada norteamericana, pedirán al Consejo de Seguridad la ampliación de las sanciones a los intereses serbios en el exterior, el respeto de las zonas desmilitarizadas en Bosnia y su posible ampliación. La OTAN será el gendarme de las decisiones militares.

Fuentes diplomáticas señalan en Ginebra que no hay ninguna reticencia entre los miembros del Grupo de Contacto, aludiendo a Rusia, para la aplicación de estas medidas. El prestigio de Moscú en los Balcanes ha sido zarandeado por su incapacidad para arrastrar a sus aliados serbios en la dirección del plan de paz.El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, que hoy estará en Ginebra, dijo ayer en Washington que, a pesar del endurecimiento de su actitud, los aliados no quieren cerrar la puerta a negociaciones posteriores y a una eventual aceptación por los serbobosnios del proyecto de división de Bosnia entre serbios, 49%, y musulmanes y croatas, 51%. Las declaraciones de Christopher no ocultan la falta de ideas entre los aliados europeos y EE UU y su escasa inclinación por acciones militares contundentes.El primer ministro serbio, Radoje Kontic, advirtió ayer en Kiev que una intervención armada en Bosnia sería "un gran error". "No hay alternativa al proceso de paz... las medidas militares desestabilizarían la región".Sobre el terreno, las horas previas al anuncio de las nuevas medidas de los mediadores internacionales se viven con tensión creciente. En Sarajevo los serbios han cerrado la última ruta azul que unía la capital bosnia con la ciudad de Visoko, a 50 kilómetros.Como el aeropuerto de la ciudad permanece cerrado a los vuelos humanitarios tras los ataques que han sufrido desde tierra los aviones de la ONU, el bloqueo de la ciudad es ya hermético. Los alimentos han desaparecido de las tiendas y los responsables de la ONU creen que a comienzos de la semana próxima empezarán a quedarse vacíos los almacenes de reservas. Para entonces podría haberse reabierto el aeropuerto, según un portavoz en Ginebra del Alto Comisionado para los Refugiados.

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