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Apatía entre los inmigrantes en Alemania

Sólo un 8% de los ciudadanos de la UE en Bonn se ha inscrito para votar

El número de españoles que harán uso en Alemania del flamante derecho a votar en las elecciones al Parlamento Europeo (PE) resulta insignificante y sin el menor peso. La apatía de los mismos emigrantes, la escasa conciencia europea, las dificultades burocráticas del trámite para poder votar en Alemania y el mínimo interés por parte de las autoridades españolas son las razones que se atribuyen para esta participación casi nula en la votación del próximo día 12.Por los pasillos de la Pressehaus (Casa de la Prensa) en Bonn la corresponsal de una cadena privada de televisión española se desesperaba en busca de la famosa aguja en el pajar: un español que vote en Alemania para el Parlamento Europeo. El corresponsal de este periódico tuvo mejor suerte, fruto del azar. A una llamada telefónica al local de la asociación española de padres de familia de Bonn-Beuel respondió Juan Vilaseca, un catalán que lleva 25 años en Alemania, trabaja en una fábrica de ruedas de coches en Bonn y se ha inscrito para votar.

Vilaseca es en realidad una auténtica aguja en un pajar, porque de los 135.000 españoles que quedan hoy día en Alemania son muy pocos los que se han inscrito en el censo de españoles residentes ausentes (Cera) para votar en las elecciones que se celebran en España, y muchísimos menos los que lo hicieron para votar en Alemania al PE, derecho que se podrá ejercer por primera vez.

De los 8.500 ciudadanos de toda la Unión Europea (UE) que cuentan con derecho a voto en Bonn sólo 671, un escaso 8%, se animó a pasar por el proceloso trámite e inscribirse en las listas de votantes. El trámite exigido obligaba a acudir a la autoridad electoral en el municipio alemán de residencia, recoger un formulario con 15 apartados para inscribirse en el registro, y responder a las preguntas formuladas en una jerga jurídica absolutamente incomprensible.

Manuel Moral, periodista responsable del programa en español de Radio Baviera, dedicado a la emigración en Alemania con más de 30 años en el aire, considera que el tema de las euroelecciones sólo interesa a lo que él llama extranjeros profesionales, es decir a los que se dedican a la política en la emigración, pero que los emigrantes pasan del tema.

Moral piensa que ni al Gobierno federal alemán ni tampoco al español les interesa mucho que se difunda el mecanismo de votación. En Alemania votarían los ciudadanos con mayor conciencia política y esto significaría aumentar los votos de izquierda. Al Gobierno español tampoco le conviene, porque si votan en las elecciones municipales españolas los residentes extranjeros "en más de un pueblo o ciudad de la costa se podrían encontrar con que sale elegido un alemán de ultraderecha".

Joan Esteller fue cantante de canción política en los años 60, cuando recorría los lugares de concentración de emigrantes españoles y formaba el dúo Juan y José. Esteller trabaja hoy como periodista en la radio de Francfort con el seudónimo de Miguel Subirana. Se lamenta de la escasa propaganda que realizó el Consulado español de la ciudad. Estima que entre los emigrantes españoles hay "un 15% de gente con conciencia política y el resto pasa".

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Entre ese 15% está Julián Mañón Sánchez, nacido en 1933 en Puertollano (Ciudad Real). Tiene 61 años, de los que lleva 35 en Alemania, adonde llegó en 1959. Es coordinador para toda Alemania de Izquierda Unida y figura con el puesto número 12 en la lista de candidatos del Partido del Socialismo Democrático (PDS, ex-comunistas) y aunque no tiene la menor posibilidad de salir elegido participa en mítines en los que habla en alemán. Su presencia resulta un tanto simbólica, pero puede contribuir a aportar al PDS algunos votos de los extranjeros inscritos para votar en Alemania.

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