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Alberto Corazón pone orden en el bosque de señales de Toledo

El diseñador elige el color rojo para identificar ocho rutas por el casco histórico

El diseñador Alberto Corazón, de 52 años, ha realizado un programa de señalización para Toledo basado en un sistema único, modular y versátil frente a la acumulación visual de indicadores dispersos en paredes y aceras. El casco antiguo de la ciudad se divide en ocho rutas o itinerarios marcados con placas rojas, con datos históricos y turísticos, y pictogramas identificativos. En los próximos cinco meses se colocarán unas 800 placas, en un proyecto de la Real Fundación de Toledo para una ciudad declarada patrimonio histórico de la humanidad por la Unesco.

"La primera operación necesaria era limpiar la cantidad de señales y rótulos obsoletos que llenan las aceras y fachadas de la ciudad", dice Alberto Corazón, premio nacional de Diseño, en cuyo estudio se ha creado un sistema original y exclusivo para Toledo, sobre el que se han interesado las Naciones Unidas para unificar la imagen de las ciudades patrimonio de la humanidad. Corazón ha realizado programas de equipamiento y señalización para ciudades de menos de 50.000 habitantes en Alemania y numerosas identificaciones de empresas y servicios públicos en España.La Real Fundación de Toledo, presidida por Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, puso en marcha nada más constituirse, en 1990, un estudio sobre señalización del casco histórico, con un equipo de historiadores, geógrafos y expertos en arte, dirigido por Alfonso Vázquez, profesor de geografía del instituto Sefarad de Toledo. Tras su aceptación por el Ayuntamiento y la elección del diseñador, una parte del programa se ha experimentado en los dos últimos años en el barrio de la Judería, con la colocación estratégica de las placas, cuya localización definitiva se estudiará de nuevo con todo el programa.

Placas orientadas

"La fundación se dedica a temas de defensa del patrimonio de Toledo, pero también quiere participar en la vida de la ciudad", declara Paloma Acuña, directora general de la Real Fundación de Toledo. "El proyecto de Corazón aporta simplicidad, varios niveles de información y un diseño y materiales innovadores". Además de este proyecto, a lo largo del año restaura monumentos y conventos (Puerta del Sol, mezquita del Cristo de la Luz, portada de la iglesia de Santa Fe, las puertas del puente de Alcántara, conventos de san Antonio, de la Concepción Francisca, san Pablo, san Clemente) y participa en actuaciones urbanísticas, como los estudios para eliminar el cableado aéreo y el color de la ciudad, junto al plan especial del con unto histórico.Toledo, de 70.000 habitantes (14.000 de ellos, en el casco antiguo) y con dos millones de turistas al año, podrá ser atravesado por ocho itinerarios: Alficén (la antigua alcazaba), plazas y mercados (zona comercial entre la catedral y la plaza de Zocodover), barrios mudéjares (zona sur popular), la Judería (antiguo barrio con museos y monumentos), conventos y cobertizos (barrio residencial donde se asentaba la nobleza y las órdenes religiosas), murallas y arrabales (la línea natural de la muralla y covachuelas), los cigarrales y el torno del Tajo (el río y los cigarrales) y ruta monumental (una síntesis para el turista de autocar).

Sobre estas rutas culturales actuará el programa de señalización, con objeto de delimitar las áreas y proporcionar información a través de un sistema gráfico y unos soportes adecuados a la trama urbana. Alberto Corazón señala que el sistema se tiene que adaptar a la topografía, con calles estrechas y sinuosas, sobre cuyas paredes se orientan las placas, y a la ambientación, con una intensa radiación ultravioleta y temperaturas extremas, que obligaron a experimentar y utilizar nuevos materiales industriales, como la fibra de vidrio, y colores. Las placas, con su perfil de anclaje, se fabrican en Alcázar de San Juan. El proyecto tiene un presupuesto de 50 millones de pesetas, que hasta ahora se reparten la Junta de Castilla-La Mancha y la fundación, que gestiona recursos privados o patrocinios para obras de interés público.

Cada ruta o itinerario tiene su propio pictograma, y en la información se proporcionan nombres y número de las calles, leyendas de lugares y datos sobre museos o monumentos. Además de la colocación de las placas, sólo en paredes (seguirán en sus lugares algunos rótulos históricos ya identificados con la ciudad), se distribuirán gratuitamente folletos informativos, cuyo diseño gráfico es también de Alberto Corazón.

Alfabetos

Una explicación más detallada, en textos y fotografías, aparece en el libro Rutas de Toledo, en coedición con Electa, que acaba de publicarse como primer titulo de una colección de guías de ciudades históricas españolas.Los pictogramas, según Corazón, identifican cada ruta con una imagen esencial, producto de una investigación histórica; la tipografía se basa en la tradición toledana, con dos alfabetos de carácter renacentista y neoclásico; el color rojo forma parte de esa gama de rojos, morados y violetas característicos de la ciudad. "En Toledo se ha podido desarrollar con este programa una experiencia de unir diseño y tecnología en un contexto urbano apasionante".

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