Cuba y Rusia revisan en La Habana sus maltrechas relaciones económicas
Los gobiernos de Cuba y Rusia iniciaron ayer conversaciones oficiales en La Habana para actualizar sus deterioradas relaciones bilaterales y revisar principalmente el último acuerdo económico-comercial, suscrito en noviembre de 1992, que, según parece, han incumplido ambas partes.
Dicho acuerdo establecía como punto principal el intercambio de 3,3 millones de toneladas de petróleo ruso por 1,5 millones de toneladas de azúcar, el primer producto de exportación de la isla. Tras la desintegración de la URSS, el régimen de Fidel Castro perdió el 73% de su capacidad importadora y vio desaparecer el mercado que absorbía el 80% de sus exportaciones.La delegación rusa está integrada por el viceprimer ministro Vladímir Shumeiko y por el presidente de], Comité Estatal de la Industria Petroquímica, Víktor Iranov, mientras que, por Cuba, está el vicepresidente, Lionel Soto. Según Shumeiko, el propósito de la reunión es "revisar algunos aspectos del convenio, pues éste, lamentablemente, no ha funcionado a satisfacción de ambas partes".
El vicepresidente ruso afirmó que, desde noviembre, "las circunstancias han cambiado mucho" y los acuerdos deben sufrir una "adaptación sobre bases mutuamente ventajosas". Cuba hoy necesita urgentemente petróleo para que no se le paralice el país, mientras que la cosecha de azúcar cubana será la más baja de hace muchos años.
En el convenio firmado en Moscú en noviembre del año pasado se trató también el tema del transporte comercial marítimo, que antes pagaba la ex Unión Soviética y ahora paga Cuba, pero no se abordó el problema de la deuda, cifrada en 16.000 millones de dólares, según fuentes occidentales.
Las mismas fuentes señalaron que, además de los acuerdos puramente económicos, cubanos y rusos abordarán otros temas, como el de la base de espionaje electrónico de Lourdes, que Rusia desea mantener pese al enfriamiento de las relaciones con Cuba.
