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Lluis Llach dice que cantar en catalán ha dejado de ser simpático

El autor de 'L'Estaca' resume en un disco 25 años de canciones

Desde que en 1967 grabó El handoler, Lluís Llach se convirtió en uno de los músicos más representativos de aquella nueva canción catalana que cambió el panorama de la música de autor española durante los años setenta. Hoy, cuando se cumplen 25 años de aquel comienzo, Lluís Llach recupera las canciones más significativas de su carrera en un disco grabado en directo, a pesar de que, según dice el músico, cantar en catalán ha dejado de ser simpático.

Ara (Ahora), es el resumen de 25 años en 17 canciones. Desde El bandoler, L'Estaca, La gallineta o Itaca a las más recientes Mare mar, Astres, Torna aviat o Insub mis, con la inclusión de dos te mas inéditos: Valset per a innocents y Vaig i vinc. "El disco tiene sentido cronológico desde 1967 a 1992, dice Lluís Llach (1948, Verges, Gerona), "y es la plasmación de una idea de directo durante un tiempo que transcurre desde el 22 de marzo de 1992 al 22 de marzo de 1993. He intentado presentar las canciones con visión actual, sin intentar rehacer fielmente la forma en que fueron compuestas en su origen. Por esto son arreglos nuevos y la grabación se ha realizado en directo y en pueblos pequeños, como homenaje a esas actuaciones que nos han permitido sobrevivir durante tanto tiempo".El disco -grabado durante el pasado mes de septiembre en las localidades de Llica d'Amunt, Canet de Mar, Sant Boi de Llobregat y Porrera-, significa el, fin de la etapa multinacional de Sony / CBS de Llach y el comienzo de cinco años de contrato con Picap, una discográfica catalana "pequeña pero muy, atrevida" dice el músico. "El cantautor es un animal muy raro", continúa, "y discográficamente necesita un seguimiento muy personalizado que una multinacional no puede ofrecer. Un cantautor no vende un disco sino una personalidad, una Qbra".Distintas interpretaciones

Una obra que ahora recupera canciones emblemáticas de una, época, desgastadas por el lápiz rojo de la censura en los años 70, cuando Llach se declaraba anarco-marxista. "Temas como LEstaca" dice "han sido cantados sirviendo a diferentes necesidades: antifranquistas en 1970, de reivindicación de identidad en 1976, y ahora, los que tienen 16 años también tienen sus estacas que les preocupan. Esta posibilidad de distintas interpretaciones es lo que hace nuestro trabajo atractivo".

Un trabajo que cada vez tiene menos repercusión fuera de Cataluña. Lejos están aquellos años en que los cantantes catalanes eran habituales de los escenarios madrileños., Hoy, hace cuatro años que Lluís Llach no canta en Madrid, como ejemplo de la interrupción de una relación artista-público interrumpida durante la década de los 80. "Hasta 1982, cantar en catalán era moda, significaba una idea progresista de Estado español y salir del túnel" explica el cantante.

"Cuando se produce el 23-F y los socialistas llegan al poder", añade, "aparece el miedo de ir más allá de lo fáctico, impulsado por un partido de izquierdas: el PSOE. Desde entonces, todo lo que es nacionalismo no se entiende ya como liberación colectiva, sino como un sentimiento retrógrado de afirmación de unos pueblos en base a la negación de otros. Y hemos pasado de ser de izquierdas a ser tozudos defensores de ideas retrógradas en el Estado. Ha dejado de ser simpático cantar en catalán, menos para una gente que cree en otro tipo de relación íntercultural. Si a esto añadimos que en Cataluña, Euskadi y Galicia gobierna la derecha, la izquierda centralista ha tenido fabulosos argumentos, para cargarse el nacionalismo como teoría de la liberación progresista".

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