Cultura negocia para que la colección Thyssen se quede en España
Los Reyes inauguran, con 150 invitados, el museo en el palacio de Villahermosa
El ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, anunció anoche, durante la inauguración oficial del Museo Thyssen-Bornemisza, en el palacio de Villahermosa de Madrid, con la presencia de los Reyes, el presidente del Gobierno y los barones Thyssen-Bornemisza, que se han iniciado "las conversaciones precisas para llegar pronto a un acuerdo sobre la permanencia definitiva de la colección en España".
Solé Tura añadió que era voluntad del Gobierno que el museo y la colección "puedan ser disfrutados no sólo por la generación actual sino también por las venideras y que el nombre de Thyssen-Bornemisza sea para todos, en el presente y en el futuro, sinónimo del mejor arte y la mejor cultura".Con anterioridad, el barón Thyssen se había referido a la colección, con obras "que están cada una en consonancia con los gustos de uno mismo", y a la visión del mundo a través del arte. "Quizá las estrellas, los planetas, el entorno animal y, sobre todo, el arte en todas sus formas sean mejores maestros para nosotros que nosostros mismos", dijo.
Fueron las únicas intervenciones públicas antes de que los Reyes descubriesen una placa conmemorativa de la apertura del museo y se iniciara una cena con 150 invitados en 15 mesas (no existía la número 13), distribuidas en el patio central. Un Paraíso de Tintoretto, alfombras persas y los retratos de los Reyes y los barones, pintados por Macarrón, fueron testigos de una cena, sin prohibición de fumar, con un menú (sopa fría de melón, puntas de espárragos, pollo de perdiz estofado, crema helada, vinos y champán) y una ambientación elegida en todos sus detalles por la baronesa.
Dos horas de visita
Una amplia representación del Gobierno, con el presidente, Felipe González; el vicepresidente, Narcís Serra, y los ministros Solé Tura, Solana y Solchaga, asistió a la apertura del museo, junto con miembros de la familia real (infanta doña Pilar, infanta doña Margarita), de la aristocracia (marqués de Mondéjar, duque de Alba), de la política (Pérez de Cuéllar, alcaldes de Madrid y Barcelona), de la cultura, la economía y la información (Felipe Garín, Jesús de Polanco, Plácido Arango, José Luis Leal, Juan Tomás de Salas, Luis María Ansón), así como los patronatos de las fundaciones de los museos Thyssen, Prado y Reina Soria.Durante dos horas, los Reyes y acompañantes visitaron con detalle las 800 obras de la colección distribuidas en tres plantas. Don Juan Carlos y doña Sofía comentaban los cuadros con los barones, con el conservador del museo, Tomás Llorens; con el arquitecto, Rafael Moneo, o con el gerente, Julián León. También saludaban a los hijos del barón: Francesca, acompañada de su novio, heredero del, trono de Austria; Alexander, Lorne y Georg Heinrich, y el hijo de la baronesa, Borja. La Reina, de blanco y negro; la baronesa, de azul y blanco y verde, de largo; los políticos, de riguroso traje oscuro y corbata, y una dispersión de modelos entre el público, donde destacaba el amplio servicio de seguridad, participaba de la confusión previa a la inauguración, donde no hubo acuerdo entre el deseo del museo de organizar una velada de gala y Cultura, con la búsqueda de una imagen de austeridad.
El ministro Javier Solana recordaba anoche sus primeros encuentros con Tita Cervera y el duque de Badajoz, en 1985, para traer la colección a España. "Creo que sí se quedará. La experiencia de la negociación fue extraordinaria". También estaba invitado Jorge Semprún, segundo ministro que participó en la firma del contrato, pero no se pudo desplazar de París.
Oriol Bohigas, patrono de la fundación Thyssen y concejal del Ayuntamiento de Barcelona, confirmó que el próximo mes se firmará la parte de la colección que se expondrá en Barcelona, con 77 cuadros y ocho esculturas, presentada como "un escaparate de esta colección".
