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Holanda accede a retirar la nacionalidad a 'Instinto básico'

Holanda ha accedido a la petición del Ministerio de Cultura de España para que les sea retirado el certificado de nacionalidad a las producciones, norteamericanas Instinto básico y Los últimos días del Edén. Estas películas han sido las últimas gotas que han colmado lo que se ha dado en llamar el coladero holandés que, solamente en los últimos nueve años, ha servido para que 69 películas, la mayoría de ellas nítidamente norteamericanas, llegaran a España bajo certificado de nacionalidad holandés y, de esta manera, se han beneficiado de las legislación existente de ayudas al cine comunitario.La aceptación por parte holandesa de esta petición española, así como el compromiso de las autoridades cinematográficas de aquel país de conceder sus certificados según las Directivas Comunitarias, son las principales conclusiones de la reunión que ayer celebraron en Madrid el Instituto de Cinematografía (ICAA) y la Federación Holandesa de Cinematografía (NFC).

"Estamos muy satisfechos y se han aclarado los malentendidos", afirmó Juan Miguel Lamet, director del ICAA, que, tras la reunión emitió un comunicado conjunto con sus homólogos holandeses en el que se dice: "España utiliza criterios de nacionalidad más estrictos, mientras que el sistema de subvención holandés", que, en resumen, no está basado en los certificados de nacionalidad.

"Lamentablemente", continua el comunicado, "se ha constatado que en España los certificados de nacionalidad han sido usados para otros fines diferentes a su objetivo original: la promoción de la libre circulación de películas en Europa".

El comunicado añade: "Se ha convenido que la NFC comunicará oficialmente al Ministerio de Cultura español y al distribuidor correspondiente que las películas Instinto básico y Los últimos días del Edén no cumplen los requisitos de la Directiva Comunitaria de 1963 a efectos de nacionalidad".

Repercusiones

Las repercusiones que esta medida supondrá para dichas películas en España consistirán, según el director del ICAA, "en que necesitarán un nuevo certificado de nacionalidad e, incluso, licencia de doblaje, puesto que ya no serán películas comunitarias. Pero, todavía es pronto para hablar, puesto que necesito un informe de mi asesoría jurídica". Lamet añade: "No temo ninguna represalia de la industria del cine norteamericano y realmente me tiene sin cuidado si les gusta esto o no, puesto que hemos tomado una medida justa". Respecto a si el ICAA piensa tomar medidas contra lo que los profesionales españoles llaman el colandero británico, responde Lamet: "Las relaciones entre la industria cinematográfica de Gran Bretaña y la de EE UU son muy estrechas y el tema es muy difícil. Es más, ni siquiera yo puedo públicamente denominarlo coladero británico. De todas formas, lo estudiaremos con paciencia".

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