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"La situación de la población bosnia es inhumana", dice el presidente de Cruz Roja

"La situación que padece la población civil en Bosnia-Herzegovina es inhumana. Son constantemente aterrorizados, perseguidos, y detenidos como rehenes, y ésto no es el resultado de la guerra, sino el objetivo para forzar a la población a abandonar sus hogares, provocando la depuración étnica".Así denunciaba el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Cornelio Sommaruga, las vejaciones que padece la población civil, al día siguiente de que Simone Veil, ex presidenta del Parlamento Europeo, pidiera desde este foro al CICR "romper el silencio sobre la situación en Bosnia para no repetir los errores de hace 50 años", en alusión al silencio que guardó la institución sobre el genocidio de la población judía durante la II Guerra Mundial.

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Cornelio Sommaruga es tajante: "Las minorías son intimidadas, sus casas bombardeadas o quemadas, sus bienes confiscados; los que no son detenidos como rehenes sufren innumerables vejaciones, son torturados, deportados o víctimas de ejecuciones sumarias. Prácticas corrientes que, junto con los francotiradores, ejercen un terrorismo generalizado para obligarles a abandonar sus hogares y consolidar la limpieza étnica.

El CICR reanudó sus actividades en favor de las víctimas de guerra en Bosnia el pasado día 7 de julio, una vez conseguidas las garantías de las tres partes en conflicto tras el ataque deliberado a uno de sus convoyes, que costó la vida al delegado general para Yugoslavia. Desde entonces han visitado regularmente 20 campos de detención, donde hay 12.000 personas internadas.

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Denuncias comprobadas

Mil detenidos están bajo control croata, otros mil en manos de musulmanes y 10.000 en los campos serbios. "No nos cabe duda de que hay muchísimos más y probablemente, como hasta ahora, civiles en su gran mayoría, pero igual que cuando hicimos las denuncias sobre la situación que padecían, el CICR no puede denunciar algo que no ha comprobado", explica Sommaruga.

A pesar de las numerosas peticiones de ayuda de las víctimas, la movilización internacional llega tarde para muchos, mientras se consolida la evacuación forzada. "El CICR tiene dificultades para desplegar sus actividades; nuestra labor neutral está siendo obstaculizada por el empleo del emblema de la Cruz Roja por sociedades locales no reconocidas que actúan en favor de una u otra parte en conflicto", afirma el presidente del CICR.

¿Prioridades políticas o humanitarias? "La comunidad internacional ha utilizado la acción humanitaria como modo de acción sin dar la prioridad a la solución política, no voy a decir que para justificarse, pero sí que ha existido una cierta ambigüedad". ¿Presencia internacional? "Tendría que ser muchísimo más importante". ¿Militar? "Dentro del marco de la ONU y sin intentar predicar una intervención militar, sí acepto que la presencia internacional debe poder defenderse, pero evitando utilizar la fuerza para no entrar en el engranaje de la violencia.

Cornelio Sommaruga se muestra partidario de crear zonas bajo protección internacional para acoger a las víctimas de la guerra, pero "en paralelo con las medidas políticas de pacificación". "Resulta utópico pretender establecer unas zonas bajo control internacional que presenten plenas garantías para la población, entre otras razones porque estarían rodeadas por fuerzas opuestas. Aunque si pudiéramos liberar a los más de 12.000 detenidos no podríamos trasladarlos a sus lugares de origen, porque significaría un riesgo enorme para sus vidas, aparte de que la mayoría ha perdido sus bienes. Es por lo que, a pesar de estar en contra de los principios del CICR, si queremos salvar la vida de estas personas tendremos que trasladarlas a regiones próximas, pero fuera de Bosnia-Herzegovina. Posibilidad que deberará estar acompañada del compromiso de las partes de aceptar su regreso, una vez pacificado el territorio".

Sommaruga se muestra escéptico con respecto a la idea de cantonalizar la república: "Esto es un concepto puramente político, y no estoy seguro de que los que pretenden crear cantones a la suiza tengan en cuenta los 700 años de historia común entre los cantones helvéticos, donde hay un respeto individual y legal, así como una homogeneidad étnica... no es el caso en Bosnia".

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