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La oferta israelí de negociar sobre el Golán apunta a un cambio radical de política

Todavía no se ha pasado de las sonrisas a los hechos en las conversaciones de paz árabes-israelíes de Washington, pero queda por delante un mes completo de negociación. La propuesta del ministro israelí de Asuntos Exteriores, Simón Peres, de ceder parte del Golán a Siria parece confirmar que Tel Aviv está dispuesto a dar un giro espectacular en su política para lograr una cierta seguridad con Damasco.

Hasta ahora sólo ha habido algunos tanteos sobre el contexto de estas conversaciones: un tono de mejor entendimiento entre las delegaciones; mayor flexibilidad israelí en sus relaciones con los sirios sobre el Golán, y las mismas dificultades de siempre para encontrar puntos de acuerdo entre palestinos e israelíes.Como en rondas anteriores, cuatro distintas delegaciones israelíes se reunirán a diario por separado con representantes de Siria, Jordania, Líbano y palestinos. Por el momento, se ha abierto con gran optimismo la mesa en la que se dirime el conflicto entre sirios e israelíes. El ministro de Asuntos Exteriores judío, Simón Peres, confirmó ayer en Jerusalén que su Gobierno está dispuesto a ordenar la retirada de parte del territorio del Golán, arrebatado a Siria en la guerra de 1967, si se alcanza un acuerdo de paz con Damasco. Peres advirtió, no obstante, que esta posición, coherente con la resolución 242 de las Naciones Unidas, no debe llevar a los sirios a confundir flexibilidad con debilidad por parte israelí. "Si ellos [los sirios] creen que van a sacar provecho de un enfoque abierto adoptando una posición de dureza, estarán cometiendo un error", dijo.

La firmeza de Hafez el Asad

Siria mantenía ayer silencio en torno a esta propuesta, pero los analistas políticos en Oriente Próximo dudan que la idea vaya a variar la posición del presidente Hafez el Asad. Lo que si hace la oferta de Peres es confirmar una serie de informes aparecidos en la prensa israelí que apuntan que el Gobierno de Isaac Rabin está decidido a hacer un espectacular giro en su política hacia Siria con tal de conseguir seguridad y garantías de Damasco.Aunque atractiva para el avance del proceso de paz iniciado en Madrid hace diez meses, la idea de una retirada parcial del estratégico Golán choca sin embargo con las demandas sirias de una retirada total e incondicional de todos los territorios árabes capturados en la guerra de 1967.

En lo que respecta al problema central de este proceso, el destino de más de millón y medio de palestinos que viven en los territorios ocupados, todavía no hay síntomas que permitan vislumbrar algún acuerdo próximo. Un portavoz israelí, Yossi Gal, adelantó que esta negociación tratará sobre la creación de "un órgano para administrar la autonomía de la población palestina en los territorios ocupados, no un cuerpo legislativo que pueda ser entendido como el embrión de un futuro Estado". Gal añadió que no se puede olvidar que los palestinos no tienen nada que perder en esta negociación y que Israel es el único -que tiene que hacer concesiones.

Los palestinos ven las cosas de diferente manera. Un dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina, Nabil Shaath, quien, aunque no es miembro de la delegación, sigue las conversaciones desde un hotel próximo al Departamento de Estado, dice que esta negociación no es para ver quién puede hacer más concesiones sino "un asunto de principios". Los palestinos piden un órgano legislativo y otros poderes en los territorios ocupados con vistas a crear las condiciones que permitan realizar la declaración en el futuro de un Estado independiente.

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