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Historiadores piden libre acceso a los archivos de Franco

El catedrático de Historia Contemporánea Javier Tusell pidió ayer en Santander, en nombre de sus colegas, que se haga público el archivo de Franco, ahora en manos privadas. "Los historiadores españoles creemos que el Ministerio de Cultura debe intervenir para impedir que los papeles que guarda la Fundación Francisco Franco, de carácter privado, puedan destruirse total o parcialmente y para solicitar el libre acceso a ellos de los investigadores, cualquiera que sea su ideología", dijo.Tusell, que participa en un seminario sobre la figura de Franco y su régimen que dirige el historiador Santos Juliá en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, insistió en que debe llamarse la atención de la opinión pública y de las autoridades sobre las dificultades que plantea la investigación sobre la vida de Franco y los 40 años de su régimen.

"La dificultad", puntualizó Tusell, "viene dada en primer lugar por la lamentable clasificación de los archivos públicos, porque acceder a ellos es complicado al no conocerse a plenitud cuáles son sus existencias".

Casos similares

Los problemas se acrecientan cuando se pretende estudiar la época de Franco partiendo de la documentación dejada por él. Según Tusell, en otros países europeos gobernados en su día por dictadores no ocurre como aquí. En Portugal, los papeles de Oliveira Salazar pertenecen al Parlamento, que se ocupa de su publicación, y en Italia los de Mussolini se guardan en el archivo central del Estado.

Aunque este año por primera vez la Fundación Francisco Franco ha publicado unos documentos, no se sabe si son completos porque abarcan una época que concluye en 1933 cuando lo lógico hubiera sido que se prolongaran por lo menos hasta 1965. Franco estuvo durante 40 años ocupando un puesto público por el que cobraba un sueldo del Estado, lo mismo que sus secretarias y colaboradores. No tiene, para Tusell, ninguna justificación que en 1992, cuando se cumple el primer centenario del nacimiento del caudillo, se reproduzca una situación que durante la transición pudo tener alguna contraindicación, pero no en estos momentos. La Fundación Franco fue creada en 1976. Su presidente es el ex ministro Joaquín Gutiérrez Cano, que, en la presentación de dicha entidad, en mayo de 1976, dijo: "No tenemos ningún propósito político concreto, sino proyectar sobre el futuro los 40 años que nos han tocado en suerte vivir".

En marzo de 1991, los expertos asistentes a un congreso de historia contemporánea celebrado en Salamanca, entre los cuales, dijo Tusell, había numerosos catedráticos y profesores titulares de Historia Contemporánea, acordaron dirigir un escrito al ministro de Cultura para que interviniese a fin de lograr el libre acceso a todos los investigadores sobre la vida y obra de Franco a los papeles que guarda la Fundación Franco. Pero el ministro, Jordi Solé Tura, no contestó.

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