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CONFLICTOS DE MINORIAS ETNICAS

Yeltsin amenaza con el uso de la fuerza en Moldavia

"Cuando hay una guerra, no podemos permanecer indiferente a ella. Estamos obligados aresponder para proteger a la gente y detener el derramamiento de sangre. Tenemos la fuerza necesaria para ello, y [el presidente de Moldavia, Mircea] Snegur debe saberlo", advirtió ayer el líder ruso, Borís Yeltsin, nada más bajar del avión que le trajo de vuelta a Moscú después de su visita a Estados Unidos y Canadá. Horas antes, el vicepresidente ruso, Alexandr Rutskói, hubía calificado de genocidio la política de Georgia en Osetia del Sur y de Moldavia en el Transdniéster con un tono amenazador.

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La amenaza de Yeltsin se produjo cuando todavía se combatía en los suburbios de Benderi, que los rusohablantes habían logrado reconquistar a las fuerzas moldavas en la madrugada de ayer. Snegur respondió al presidente ruso con un telegrama redactado en los siguientes términos: "Creo que usted debería analizar la situación con más profundidad y ser informado correctamente de lo que ocurre en Benderi, en cuyo caso, espero, su declaración sería diferente".Bendleri -ciudad poblada mayoritariamente por rusohablantes y, -por ello, integrada en la autoproclamada República del Transdniéster, aunque está enclavada en la margen derecha del río Dniéster- fue tomada por las fuerzas moldavas en la mañana del sábado, con gran despliegue de carros de combate y blindados. Los intentos que durante la jornada sabatina hicieron las fuerzas del Transdniéster para acudir en ayuda de los combatientes rusos que aún resistían en la sede del ayuntamiento resultaron vanos.

Sólo a primeras horas de la mañana de ayer, los separatistas consiguieron recuperar Benderi, operación en la que emplearon medio centenar de tanques y a 500 voluntarios de los Cosacos del Mar Negro, que se movilizaron para defender a sus "hermanos eslavos", según el centro de prensa de la República del Transdniéster.

"Llamamos la atención de los miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y de toda la comunidad internacional sobre el hecho de que los recientes acontencimientos en el Dniéster prueban que Moldavia trata de resolver el complicado conflicto político [con los rusohablantes] exclusivamente por la fuerza", dice la declaración que el Gobierno ruso adoptó al término de una reunión urgente celebrada en la noche del sábado, en ausencia de Yeltsin, para discutir la toma de Benderi por los moldavos y la situación en Osetia del Sur. Otra resolución autoriza al Ejército a responder con las armas a los ataques contra unidades militares, soldados o sus familiares.

Minutos más tarde -casi en los mismos instantes en que las fuerzas de los rusohablantes del Transdniéster entraban en Benderi para retomar el control de la ciudad-, Rutskói aparecía en el último telediario para dirigirse a "los ciudadanos de Rusia y de la CEV. "Bajo la cobertura de las cínicas alegaciones del presidente Mircea Snegur sobre la restauración de las instituciones de poder legítimos, ha comenzado una verdadera inatanza", dijo en un durísimo discurso.

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Rustkói señaló que Rusia siempre ha dado "prioridad a la solución pacífica de los conflictos" y que está dispuesta a continuar "el diálogo diplomático". "Al mismo tiempo, el Gobierno de la Federación Rusa cree que tiene el deber y la obligación de advertir de la manera más seria que no permitirá una solución de los conflictos del Dniéster y de Osetia del Sur desde una posición de fuerza. Estamos resueltos a poner fin a la exterminación masiva de la población civil", apostilló.

Las declaraciones de Yeltsin a su regreso a Moscú fueron una sorpresa para quienes esperaban que, como en ocasiones anteriores, el presidente no respaldara a Rustkói y adoptara una posición más suave frente a Moldavia y Georgia. El apoyo a la línea dura de su vicepresidente tiene por objetivo neutralizar a las fuerzas nacionalistas en el interior del país que le acusan de traicionar los

intereses de los rusos y ganarse su apoyo.

Más de 200 muertos y 300 heridos son las pérdidas que han sufrido los separatistas en los últimos días de combate, según el Parlamento del Transdniéster. Los moldavos todavía no han informado de sus bajas, pero se calcula que también son numerosas. La República del Transdniéster fue proclamada por los rusohablantes como respuesta a la política de rumanización de Moldavia y ante el temor de que ésta, tarde o temprano, se una a Rumania. La mayoría del territorio moldavo antes de la Segunda Guerra Mundial perteneció a Rumania, y muchos políticos, tanto rumanos como moldavos, piensan que ambos países deben reunificarse. Sin embargo, la orilla izquierda del Dniéster, donde los separatistas proclamaron su república, nunca fue rumana. Los dirigentes del Transdniéster desean un federación con Moldavia que les permita negarse a formar parte de Rumania en el caso en que los moldavos decidan dar este paso.El ministro moldavo de Defensa, Ion Costas, acusó al Ejército ruso de facilitar armamento pesado a los rusohablantes y acusó a Rusia de intentar crear una república en el Trandsniéster "para servir a sus intereses estratégicos en los Balcanes". "Rusia quiere mantener en las fronteras de Ucrania, Moldavia y Rumanía un enclave marioneta que estaría dirigido por los rusos", agregó.

Cientos de bajas

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