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Entrevista:

"La Scala no solamente debe producir espectáculos sino ser un centro de ideas"

Hace sólo unas horas, el conocido musicólogo y director de orquesta Alberto Zedda (Milán, 1928) ha sido nombrado director artístico de la Scala de Milán, el teatro de ópera más importante del mundo. Zedda, fundador de la Fundación y el Festival Rossini de Pésaro es desde enero director artístico del nuevo teatro Carlo Felice de Génova. En la Scala convivirá con dos pesos pesados de la lírica: el director musical Riccardo Muti y el sobreintendente Carlo Fontana. Actualmente, Zedda está en Madrid preparando la dirección de un reparto profesional y otro de voces jóvenes de El barbero de Sevilla de Rossini.

Pregunta. ¿Qué misión tiene ocuparse de la dirección artística de la Scala?

Respuesta. Es fundamentalmente una función de mediación, de armonización, con el sobreintendente y el director musical. Muti es un hombre de cultura que promueve programas fuera de la rutina (Cherubini, Spontini, Gluck, Pergolesi, Monteverdi). Fontana es una persona activa de las más variadas iniciativas y propuestas. El director artístico debe coordinar los esfuerzos comunes, creando un ambiente de equipo con un espíritu de discusión y diálogo. Entre los tres haremos la política común y cuanto tomemos una decisión no se sabrá quién es el padre de la misma, o todavía mejor dicho, demostraremos la viabilidad del misterio de la Santísima Trinidad: tres personas distintas y un solo Dios verdaderos.

P. ¿Cuáles son los objetivos que se ha planteado usted en la Scala?

R. Quiero que la Scala tenga una función de líder no sólo en las grandes tradiciones de la ópera sino en la evolución del género, conseguir que sea un punto de referencia en el repertorio y en las óperas fuera de repertorio, tanto antiguas como contemporáneas. Todo esto debe ir unido a un discurso teórico y a un proyecto cultural que complemente y dé sentido a las diferentes iniciativas. La Scala no sólamente debe producir los mejores espectáculos, sino ser un centro permanente de generación de ideas.

Un proyecto de izquierdas

P. ¿Ha influido su postura Política en el nombramiento de la Scala?

R. Nadie me ha preguntado por mis ideas políticas a la hora de la elección, sino por temas ligados a la experiencia en musicología y al conocimiento teórico y práctico del medio. Aunque es bien sabido que las batallas culturales y sociales que yo he librado en toda mi vida se pueden identificar con un proyecto de izquierdas.

P. Con su nueva ocupación, ¿tendrá que renunciar a la dirección de orquesta?

R. La dirección de orquesta es un contacto real con el mundo musical en sus aspectos cotidianos y cambiantes. Es indudable que tendré que reducir considerablemente esta actividad que he llevado hasta ahora tan intensamente, pero pienso que aun así debo mantenerla por los propios intereses de la Scala. Nunca es bueno aislarse del todo por muy importante que sea un cargo completo.

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