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EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

Mitterrand propone una cumbre de los cuatro países que tienen desplegadas armas nucleares en Europa

El presidente de Francia, François Mitterrand, propuso ayer la celebración en breve plazo de una reunión de las cuatro potencias con armas nucleares sobre el continente europeo (Estados Unidos, Unión Soviética, Francia y Reino Unido), con el fin de abordar el problema de la "incertidumbre provocada por el estallido de los centros de decisión" en la Unión Soviética. François Mitterrand reconoció que en la actualidad nadie sabe "quién dispone de autoridad sobre las armas atómicas soviéticas, dónde están y dónde irán a parar". En una conferencia de prensa destinada a reactivar su imagen de estadista internacional, el presidente francés aceptó también la posibilidad de la independencia de Croacia y Eslovenia.

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El derecho a la autodeterminación, dijo Mitterrand, "está reconocido por la sociedad internacional" y "no es discutible". Sin embargo, ese derecho, añadió, debe ser ejercido "de acuerdo con los tratados que garantizan la seguridad y la paz en nuestro continente". Más adelante, el presidente francés dijo: "Puede pensarse que Eslovenia será independiente, y posiblemente también Croacia". Era la primera vez que el jefe del Estado francés, tradicional defensor de la unidad yugoslava, aceptaba tal posibilidad.Mitterrand expresó su deseo de que la ONU envíe fuerzas de interposición a Yugoslavia, y precisó que, en caso de que esa organización no pueda hacerlo, la Comunidad' Europea (CE) deberá tomar "la iniciativa y la responsabilidad".

El presidente francés, vivamente atacado por su oposición en todos los frentes, intentó contraatacar con su primera conferencia de prensa de tema general en los últimos dos años. Decepcionó, sin embargo, a los que esperaban el anuncio de "iniciativas históricas" en el terreno internacional o doméstico. Mitterrand, que acaba de batir el récord de permanencia en el Elíseo establecido por De Gaulle, descartó la posibilidad de convocar a corto plazo un referéndum sobre la reducción del largo mandato presidencial francés (7 años. Tampoco pareció dispuesto a encomendar en lo inmediato a Jacques Delors la jefatura de su Gobierno, pese a los rumores que corrían en París.

Confianza presidencial

Edith Cresson sigue contando con la confianza presidencial. Y ello pese a que, según una encuesta publicada ayer por Paris-Match, el 53% de los franceses se declaran "más bien pesimistas" sobre las capacidades de la primera ministra para aliviar los problemas del paro, el encarecimiento de la vida y la inmigración clandestina. Preguntado por sus convicciones políticas tras los acontecimientos en la URSS, Mitterrand se proclamó "socialista" y no lamentó haberse aliado con los comunistas. "Es exultante", dijo, "trabajar con todos los hombres y mujeres que sufren la ley del más fuerte".

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La conferencia de prensa sirvió a Mitterrand para reafirmar sus convicciones europeistas, y en particular su deseo de ver culminada lo antes posible la construcción de la actual CE. A fin de conciliar los movimientos paralelos hacia la dispersión y la unión de Europa, la "consigna de los europeos responsables" debe ser, según el líder francés, "más libertad para cada uno e instituciones comunes más fuertes para todos".

En concreto, François Mitterrand se declaró contrario a "la Europa a dos velocidades" defendida por los holandeses con la simpatía de británicos y alemanes, y dijo que es "imperativo" que la Comunidad Europea adopte antes de finales de año los tratados sobre la unión económica, política y monetaria. "Todo retraso", proclamó, "será la constatación de un fracaso". A los países que en la actualidad dudan acerca de la conveniencia de proseguir la integración de los Doce, François Mitterrand recordó que el frenazo de ese proceso puede significar "el renacimiento de las viejas luchas de influencia y de los viejos sistemas de alianzas" en el continente europeo.

Francia, dijo luego, "no es hostil", a la incorporación de los países de la Europa central y oriental a la CE, sino tan sólo "sincera". El presidente francés afirmó que no desea ver la CE convertida en "una vaga zona de libre cambio, como algunos países miembros lo desean desde el primer día".

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