España considera que los derechos humanos no son asunto interno
El ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, defendió ayer ante el Foro de Derechos Humanos de la Conferencia sobre la Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) de Moscú, "derecho de injerencia".Prácticamente todos los países europeos aceptan que el control del respeto a los derechos humanos ha dejado de ser una competencia exclusiva de los distintos Gobiernos.
Las diferencias se plantean cuando se trata de instrumentalizar esa "injerencia". Alemania, la más radical, propone que se pueda enviar observadores, aun sin la autorización del país interesado, así como que todos los países miembros de la CSCE estén sujetos al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, algo difícil de aceptar por Estados Unidos, que, obviamente, no admite esa jurisdicción.
Fernández Ordóñez, que presidió ayer una parte de los trabajos de la Conferencia, mantuvo una entrevista de 35 minutos con Mijaíl Gorbachov, que le entregó un mensaje de agradecimiento al pueblo español por su apoyo durante el golpe de Estado.
También habló con su homólogo soviético, Borís Pankin, con los ministros de Asuntos Exteriores de las tres repúblicas bálticas, con Borís Yeltsin y otros nuevos dirigentes de la Federación Rusa y con buen número de sus homólogos europeos occidentales para intentar obtener información sobre el desarrollo de los acontecimientos en la antigua Unión Soviética.
Según explicó el ministro español, el próximo Consejo Europeo, que reúne a los jefes de Estado o de Gobierno de los doce países miembros de la Comunidad Europea, estudiará la ayuda humanitaria y técnica que debe ofrecer a Mijaíl Gorbachov. "No tenemos ya mucho tiempo", aseguró Fernández Ordóñez.
