_
_
_
_
_
EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

Ofensiva internacional de Chirac

J. V., A Jacques Chirac el gozo de verse rodeado de jefes de Gobierno en ejercicio amenazaba ayer con romperle las costuras de la camisa. El bronceadísimo alcalde de París y líder del movimiento neogaullista recibió al británico John Major, el israelí Isaac Shamir, el griego Constantin Mitsotakis, el húngaro Josef Antall, el danés Poul Schlüter, el polaco Jan Bielecki y el turco Mesuf Yilmaz. Ellos y otros líderes de partidos conservadores asistían a la primera jornada de la 14ª conferencia de la Unión de la Democracia Europea (UDE), un organismo fundado en 1978 por Margaret Thatcher y Helmut Kohl. A la reunión asiste el español José María Aznar, presidente del Partido Popular, que hoy se entrevista con Chirac al que pedirá que presione al Gobierno socialista francés para que ponga fin a las actividades terroristas de ETA desde Francia.

Más información
El Consejo de Seguridad vota hoy el ingreso báltico en la ONU
"La desintegración de la URSS es el delito del siglo"
Delors amenaza con reconocer a Eslovenia y Croacia si no hay paz en Yugoslavia
La CE no logra imponer el alto el fuego en Croacia
El vicepresidente yugoslavo, contra Mesic por insinuar un golpe de Estado
España considera que los derechos humanos no son asunto interno
Occhetto busca la unidad incondicional con los socialistas italianos
El rey Hussein defiende ante la CE el derecho de los palestinos
El coche del enviado especial
Gorbachov anuncia que sacará de Cuba a todos los soldados soviéticos

Esta confirmación de la dimensión internacional de un Chirac lanzado a una ofensiva abierta contra François Mitterrand y sus socialistas, sólo se vio enturbiada por la contraofensiva desencadenada al mismo tiempo por el presidente francés. Sin duda intencionadamente, Mitterrand convocó ayer su primera rueda de prensa solemne en dos años. El día anterior, el muy mitterrandiano Roland Dumas, ministro de Asuntos Exteriores francés, había conseguido en Moscú que Borís Yeltsin anulara su anunciado desplazamiento a París. El líder ruso debía ser la estrella de la reunión de partidos conservadores europeos organizada por Chirac.

La presencia de Yeltsin en la capital francesa al lado de Chirac hubiera sido una bofetada para un Mitterrand acusado de no haber comprendido en su momento la dimensión histórica del líder ruso y de haber mostrado cierta benevolencia inicial con los fracasados golpistas soviéticos de agosto.

Pero Yeltsin, invocando la imposibilidad de abandonar Moscú en estos críticos momentos, optó al final por no servir de arma arrojadiza en la batalla interior francesa.

Sin Yeltsin y sin el alemán Kohl, de visita en Estados Unidos, pero con un buen plantel de jefes de Gobierno a su alrededor, Chirac dio por inaugurado un congreso que el editorialista de Le Figaro calificó con triunfalismo como "el de la nueva y verdadera Europa: la de las naciones, la de los demócratas". Fuentes próximas al alcalde de París subrayaban corno la gran novedad del encuentro la participación de dirigentes de partidos polacos, checoslovacos, húngaros, rusos, bálticos, croatas y eslovenos. Croacia estaba representada por su presidente, Franjo Tudjan, y Yeltsin por una diputada del Parlamento ruso.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La asistencia del israelí Shamir era justificada por el hecho de que el Likud ha solicitado su admisión en la UDE, que agrupa a 24 partidos de la derecha europea. El primer ministro israelí aprovechará su estancia en París para intentar explicar a Mitterrand las razones de su intransigencia ante el proceso de paz en Oriente Próximo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_