_
_
_
_
_
Tribuna:ROCK DURO
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Días de pistolas y rosas

El grupo californiano de rock duro Guns n'Roses se ha confirmado, tras su apoteósico éxito en Londres, como la nueva gran fiebre musical para la década de los noventa. Norteamericanos practicantes, alardean de su capacidad sexual e incitan cada noche a la "distorsión social". Hacen constantemente apología del descontrol y rinden culto al alcohol. Capaces de reunir a 75.000 personas en el estadio de Wembley (Londres), se les empieza a conocer como el grupo de rock más peligroso del mundo. Han vendido ya más de 16 millones de discos.Tienen aspecto de diablos, pero sus seguidores creen que tocan y cantan como ángeles. Sus enemigos dicen, sin embargo, que el más inteligente de los miembros de la banda tendría serias dificultades para construir una frase coherente sin utilizar la palabra fuck (joder).

Para terminar de confirmar su entrada en el mundo de las leyendas del rock lanzan simultáneamente dos elepés dobles, revientan el estadio más importante del Reino Unido, y ven cómo su biografía oficial se convierte en un best seller.

Interpretaron 20 canciones en casi dos horas y media de concierto, y contemplaron satisfechos cómo las 75.000 personas que abarrotaban Wembley se rendían sin oponer resistencia ante el tópico triunvirato: sexo, drogas y rock and roll. Eso es cuanto ofrecen Guns n'Roses como claros herederos ideológicos y visuales que son de bandas como The New York Dolls o The Rolling Stones. Su música es, dicen, "la prolongación de una forma de vida basada en el amor, la energía y la violencia".

El grupo se formó hace seis años en Los Ángeles (California). W. Axl Rose (cantante), Slash (guitarra), Izzy Stradlin (guitarra), Duff McKagan (bajo), Dizzy Reed (teclados) y Matt Sorum (batería) tienen una edad media de 25 años, y ya se hallan encaramados a los primeros puestos de la lista de músicos multimillonarlos. Nadie lo diría, viendo el aspecto con el que se presentaron ante el público británico: mugrientas cazadoras de cuero, deshilachados chalecos vaqueros, faldas escocesas y sombreros de copa. Aseguran no tener una imagen preconcebida, y cambian cada noche su repertorio de canciones para hacer de cada concierto "un instante único". Realizaron magníficas versiones de temas compuestos por Paul McCartney (Live and let die) y Bob Dylan (Knockin'on heavens' door), promocionaron su último sencillo ( You could be mine, banda sonora de la películaTerminator II y enloquecieron al públiico recuperando sus primeros éxitos (Sweet child of mine y Welcome to the jungle). Llegan los días de pistolas y rosas.

"Nuestro éxito es el reconocimiento del rock primitivo, de música dura y pura que se mantiene alejada de presiones comerciales", declaraban poco después de finalizar el concierto, último capítulo de su breve visita a Europa. "Hemos tenido que tragar mucho para llegar donde estamos y no vamos a echarlo todo por la borda en un momento; sólo somos una buena banda de rock. Ni más ni menos". Guns n'Roses beben de todas las fuentes, pero se niegan a ser etiquetados; las actitudes y formas del punk, el heavy metal y el rock and roll, han dado forma a un nuevo dinosaurio del rock, una superbanda que disfruta de los favores de un público tremendamente heterogéneo.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_