Condenados dos médicos cubanos por conspirar para matar a Fidel Castro
Los médicos cubanos Julio Bientz Saab, de 42 años, y Julián Arana Rosainz, de 35, han sido condenados a 12 y ocho años de cárcel respectivamente por conspirar para asesinar a Fidel Castro. Ambos trabajaban en el Instituto de Neurología y Neurocirugía de La Habana.
Según la sentencia, los acusados habían planeado poner una bomba a Fidel Castro durante su visita al Instituto en septiembre de 1990.En otro juicio distinto, el ministerio fiscal pidió sendas penas de 20 años de cárcel para Gustavo Rodríguez Sousa, de 43 años, y Tomás Ramos Rodríguez, de 47, exiliados cubanos residentes en Estados Unidos.
El fiscal, Sara Nieblas, alegó que los dos procesados pertenecían a un grupo exiliado anticastrista formado originariamente en Puerto Rico y ahora establecido en Miami. El grupo estaba apoyado por la CIA y su objetivo era infiltrarse en Cuba para derrocar al régimen comunista y matar a Castro, a su hermano Raúl y al ex ministro del Interior Ramiro Valdés.
El fiscal afirmó que los acusados desembarcaron clandestinamente en Cuba por una zona al este de La Habana en octubre de 1990. Los encartados declararon en la vista oral que aceptaron una oferta de medio millón de dólares de una persona, a la que identificaron con el nombre de Frank Sturgis, si lograban localizar en dónde se encuentran los archivos de la policía política cubana. Ramos dijo que Sturgis era coronel de la CIA.
Los acusados declararon también que cuando aceptaron entrar ilegalmente en Cuba su objetivo no era atentar contra el Estado cubano, sino reunirse con familiares residentes todavía allí.
