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China confirma el suicidio de la viuda de Mao en el aniversario de Tiananmen

Jiang Qing, viuda de Mao Zedong, se suicidó el 14 de mayo en su residencia de las afueras de Pekín, donde cumplía cadena perpetua, confirmó ayer la agencia oficial Nueva China. Jiang Qing fue condenada a muerte en 1981, pero la sentencia le fue conmutada. La revista Time, en su último número, adelantó que la viuda de Mao se había ahorcado a finales del mes pasado y que las autoridades chinas decidieron mantener en secreto la noticia.

El semanario norteamericano afirmó el lunes que se ocultó la muerte para evitar que la publicación del suceso coincidiese con el segundo aniversario de los trágicos sucesos de la plaza de Tiananmen, en los que varios centenares de personas murieron por disparos del Ejército que tomó parte en la represión de la protesta estudiantil conocida como la primavera de Pekín.

Se da por cierto que varios miles de personas detenidas en 1989 permanecen aún en prisión o campos de trabajo por todo el país. Jiang Quing, que al parecer sufría. cáncer de garganta, fue detenida poco después de la muerte de Mao, en setiembre de 1976, y declarada culpable de complicidad en la muerte de miles de personas durante la Revolución Cultural (1966-1976), "Yo era el perro guardián del presidente Mao; si él me decía que mordiese a alguien, yo lo hacía", dijo a sus jueces, según Reuter. La agencia china indicó por su parte que el suicidio de quien fue célebre líder de la banda de los cuatro se produjo en el momento en que se encontraba sin vigilancia policial.

Ayer en Pekín la frustrada esperanza en una sociedad más libre fue conmemorada por una breve protesta de los estudiantes de la Universidad de Pekín, durante la madrugada, con gritos y lanzamiento de botellas, ante el aparato policial desplegado.

Desde el fin de semana pasado, la vigilancia policial ha sido férrea, con agentes de paisano y miembros de los comités de barrio por toda la ciudad, y policías uniformados y de paisano en los principales centros, sobre todo en Tiananmen, y en el distrito universitario, lo que ha impedido cualquier posibilidad de manifestación o conmemoración en público. La presencia de la policía en los patios con cámaras de fotos y de vídeo nada más comenzar las protestas hacía imposible bajar a los estudiantes.

Como el año pasado, algunos periodistas extranjeros se vieron acosados por la policía fuera de la universidad y los dos corresponsales de la cadena canadiense de televisión CBC fueron detenidos por la policía mientras filmaban y puestos en libertad una hora más tarde. En Hong Kong una colosal manifestación de 70.000 personas conmemoró la matanza de Tiananmen, mientras que el presidente de EE UU, George Bush, dijo ayer que la tragedia "jamás será olvidada".

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