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Bush califica la oferta iraquí de "broma cruel"

El presidente George Bush rechazó ayer tajantemente como "una broma cruel" la oferta hecha por Bagdad de retirar sus tropas de Kuwait si Israel abandona los territorios ocupados, los altos del Golán y el sur de Líbano, y pidió al Ejército y a la población de Irak que se apoderasen del poder y derrocaran al presidente Sadam Husein para poner fin a la guerra. El veredicto del comandante en jefe de las fuerzas norteamericanas fue claro y contundente: la guerra continuará hasta que se produzca "una retirada masiva, total e incondicional" de las tropas iraquíes del emirato ocupado.

Bush aprovechó una intervención prevista de antemano ante una reunión de científicos para dar personalmente su reacción a la oferta iraquí tres horas después de que el comunicado de Radio Bagdad provocara una conmoción en Washington, donde se conoció poco después de las 6.30 (hora local).El comunicado del Consejo Revolucionario de Bagdad con la oferta de retirada iraquí llegó a Washington, como al resto del mundo, en dos entregas.

La primera, que sólo hacía referencia a la disposición de Irak de cumplir con la resolución 660 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, fue recibida con escepticismo por parte de la Casa Blanca, pero no fue rechazada de antemano. El portavoz presidencial, Marlin Fitzwater, se limitó a decir que el comunicado parecía contener "ciertas condiciones para la retirada".

Poco después, y tras la llegada de la segunda parte del comunicado Iraquí, Fitzwater convocaba a los corresponsales acreditados en la Casa Blanca a su despacho para manifestarles que "las condiciones son inaceptables". "Cuanto más lo leemos [el comunicado], menos nos gusta", dijo.

Hora y media después, el presidente George Bush, en una intervención ante un grupo de científicos de la NASA retransmitida en directo a toda la nación, rechazaba la oferta iraquí y pedía un golpe militar y civil por parte del Ejército y la población para derrocar a Sadam.

Curiosamente, Bush empleó el mismo adverbio -lamentablemente- utilizado por su secretario de Estado, James Baker, para anunciar al mundo el pasado 9 de enero el fracaso de sus conversaciones en Ginebra con el ministro de Asuntos Exteriores de Irak, Tarek Aziz.

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"En un principio", dijo Bush, "no puedo ocultar que me llevéuna alegría porque, fínalmente, parecía que Sadam Husein se había dado cuenta de que debía retirarse de Kuwalt de acuerdo con las resoluciones de Naciones Unidas". "Lamentablemente, el comunicado iraquí parece ser una broma cruel que frus ' tra las esperanzas del pueblo de Irak y del resto del mundo", declaró. En un análisis del contenido de la oferta, el presidente norteamericano manifestó que el comunicado de Bagdad "no sólo contenía viejas condiciones inaceptables, sino que se han añadido varias nuevas". Aunque no las detalló, estas "nuevas condiciones" puestas por Irak son la exigencia de que Israel no sólo abandone Cisiordanla y Gaza, sino también el Golán y la zona meridional de Líbano que actualmente controla, la exigencia de que se celebren elecciones en Kuwait con el veto implícito al regreso de la dinastía Al Sabah, la retirada no sólo de las tropas de la coalición, sino también del armamento enviado a la zona del Golfo y la petición de compensaciones económicas por los danos causados en Irak por los bombardeos de la aviación multinacional.Contra el dictador

Por primera vez, Bush, que hasta ahora sólo había llegado a decir que "no lloraría" si Sadam era una de las víctimas de la guerra, pidió abiertamente el derrocamiento del presidente iraquí. "Hay otra forma de evitar el derramamiento de sangre. Y esta forma no es otra que los militares y el pueblo iraquí tomen cartas en el asunto y fuercen la caída del dictador para que se cumplan las resoluciones de las Naciones Unidas e Irak pueda reintegrarse a la familia de países amantes de la paz", dijo.

Bush contestó una por una a las exigencias contenidas en el comunicado iraquí. "[Las tropas] se tienen que retirar sin condiciones [de Kuwalt], las resoluciones del Consejo de Seguridad se tienen que cumplir en su integridad, no se vinculará la retirada a otros problemas de la zona y los gobernantes legítimos de Kuwalt deben ser restaurados".

El corolario a este párrafo no era difícil de deducir. La guerra continuará hasta que se cumpla la resolución 678 del Consejo de Seguridad, que autorizó el uso de la fuerza contra Irak y se produzca "una retirada masiva y las tropas iraquíes abandonen físicamente el emirato".

Terminada su contundente reacción a una oferta que no hace sino reiterar con nuevos elementos otra similar hecha por Irak el pasado 12 de agosto Bush pronunció el discurso que tenía preparado ante los científicos sin ninguna nueva alusión a la guerra del Golfo y regresó a la Casa Blanca para dirigirse poco después a la base aérea de Andrews, camino de su casa de Kennebunkport, en la costa de Malne, donde permanecerá tres días. Antes de lleg ar a Kennebunkport, Bush hiZo. una breve parada en la localidad de Andover para visitar la fábrica que construye los misiles Patriot.

[La Casa Blanca acusó ayer al embajador de Israel en Washington, Zalman Shoval, de mantener una "conducta inaceptable", después de que éste afirmara que Estados Unidos retrasa a propósito la concesión de la ayuda económica que había prometido a su país, de 400 millones de dólares, para ayudar a acoger a los judíos procedentes de la URSS, informa France Presse].

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