La Academia del Cine propone un congreso del cine español que prepare una ley audiovisual

La Academia del Cine de España, que organiza la entrega de los Premios Goya del cine español nació como un club muy selectivo que, tras la etapa presidida por Fernando Trueba hace dos años y medio, luego continuada por Antonio Giménez-Rico, abrió sus puertas y tiene en la actualidad alrededor de 500 miembros, entre productores, directores, actores y jefes de equipo. Ahora, según una propuesta apoyada por cineastas como Manuel Gutiérrez Aragón, Fernando Trueba, Manuel Matji, Francisco Regueiro, José Luis García Sánchez y Pilar Miró, entre otros, y encabezada por Antonio Giménez Rico, puede aprobar el domingo una función nueva: promover la convocatoria de un congreso del cine español que elabore las bases de una futura ley de cine."En la última asamblea del año pasado", explica Antonio Giménez-Rico, "se propuso hacer este congreso, pero se decidió que fuera el Comité Unitario del Cine (Cuica) [formado por las asociaciones profesionales del sector] y no la Academia quien lo convocara. El principal obstáculo estaba en que en la Academia hay personas que opinan que la institución no está para estos menesteres, sino sólo para el ámbito del arte y la investigación. Esto es respetable pero discutible, porque en la Academia están los productores, directores y actores que viven día a día los problemas del cine español. Y estamos en un momento en que nuestro oficio puede desaparecer".

Según Giménez Rico, "el Cuica [que se creó durante los conflictos del año pasado con la Administración] no ha hecho nada en lo referente al tema del congreso. Me consta que no les ha interesado en lo más mínimo, y ha pasado un año sin que nadie haya dado un paso más en promoverlo. Por eso, ahora que celebramos elecciones el domingo en la Academia, hay un cierto clamor entre muchos profesionales, que piden a través de mí que sea la Academia quien convoque este congreso. Yo lo asumo y, si reeligen mi candidatura [la única que se presenta, con Carlos Orengo y Rafael Palmero de vicepresidentes], nos volcaremos en el tema".

La propuesta que encabeza Giménez-Rico tendría los siguientes pasos: crear un comité con un coordinador general que se ocuparía de organizar un congreso riguroso, con ponencias por escrito que abarquen todos los problemas del sector audiovisual: cine, televisión y vídeo. Respecto a las fechas, Giménez-Rico apunta mayo o septiembre próximos.

Sobre si la convocatoria de este congreso puede desatar otra guerra del cine español con la Administración, tal y como se vivió en 1989, contesta el presidente de la Academia: "El reglamento que desarrolló el decreto-Semprún fue un paso adelante. Además, se consiguió que dimitiera el anterior director general, Miguel Marías, y el nuevo, Enrique Balmaseda, ha tenido talante totalmente diferente pues, limitaciones presupuestarias al margen, ha mostrado una cualidad poco habitual: sabe escuchar".

Enrique Balmaseda, director del Instituto de Cinematografía (ICAA), afirma: "Este año ha sido de transición y, si somos objetivos, se ha producido un cambio importantísimo: que sectores privados inviertan en el cine, y existen datos que apuntan a que en 1991 habrá más financiación privada. Respecto al tema de que exista una futura ley y los cineastas quieran debatirla, me parece absolutamente lícito".

En cuanto a la opinión del Cuica sobre que sea la Academia del Cine quien convoque un congreso del cine español, las respuestas recogidas por este periódico son diversas: desde quien se niega a ser identificado y a no pronunciarse públicamente "todavía", hasta la postura del presidente de la Unión de Actores, Fernando Marín: "No me parece ni bien ni mal, aunque la Academia no representa a toda la profesión. Pienso que el Cuica ha tenido otras prioridades, como negociar con la Administración y las televisiones, antes que promover un congreso".

Juan Antonio Bardem, miembro del Cuica, declaró ayer refiriéndose a la iniciativa de Giménez-Rico: "Creo que andan un poco despistados, porque ya existe el Culca, en el que llevamos trabajando desde que salió el decreto Semprún. Si quieren hacer un debate, que lo hagan, pero ya estábamos trabajando mucha otra gente en ello".