Ranke-Heinemann critica al Papa por su "manía" de la virginidad de María
"Con su manía de la virginidad [de María], el Papa ha llevado a cabo un programa de infantilización de amplitud mundial. Es como si nos exigiera que siguiéramos creyendo en la cigüeña". De este modo se manifestaba Uta Ranke-Heinemann, primera mujer catedrática de Teología de la historia del catolicismo, en la mesa redonda que con el título Les revolucions de la intimitat (Las revoluciones de la intimidad) se celebró la noche del jueves en el patio de armas del Palacio Ducal de Gandía (Valencia) y dentro de los cursos de la Universitat d'Estiu. Hanke-Heinemann tuvo una definición contundente para el Vaticano: "Es una sociedad desexualizada de homosexuales".
Hija del presidente
Cuestionar la virginidad de María y afirmar que Jesús fue hijo biológico de José le costó a Uta Hanke-Heinemann, de 62 años, la pérdida de su cátedra de Teoogía en la Universidad de Múnich en 1987. La hija del que fue presidente de la República Fedeal de Alemania Gustav Heinenann leyó en castellano su texto. Y su palabra se extendió por la noche calurosa de esta localidad valenciana. Poco antes de que se oyeran las 12 campanadas, Hanke-Heinemann se refirió a la imposible virginidad de una madre llamada María, pero hubo más cosas.En un texto que ocupaba apenas tres folios lanzó al aire afirmaciones que conmocionaron los cimientos del Palacio Ducal, residencia actual de jesuítas. "El pueblo que compone la Iglesia quiere glásnost y perestroika", señaló, y cuestionó que el Papa tenga poder de decisión sobre el empleo de preservativos y anticonceptivos. "No quiero hablar ni a favor ni en contra de los preservativos, ni a favor ni en contra del coitus interruptus. Lo único que afirmo es lo siguiente: todo eso al Papa ni le va ni le viene". Y refiriéndose a la neutralización que, según ella, ha llevado a cabo la Iglesia católica de la primera Carta de los Corintios, versículo 5, en donde se señala el derecho de los apóstoles a llevar en sus viajes misionales a sus mujeres, Hanke-Heinemann afirmó: "Este texto ha sido neutralizado dándole una falsa traducción que convierte a las esposas de los apóstoles en criadas o amas de llaves".
Hanke-Heinernann fue interrumpida en diferentes ocasiones por el público con aplausos y, al final de su intervención, el sociólogo Josep-Vicent Marqués, que hizo de moderador, brindó con agua a la salud de san José.
En la mesa participaron la filósofa Rosa María Rodríguez, que hizo un recorrido por los yoes filosóficos, con una letra repleta de poesía. Por su parte, la socióloga Helena Bejar, criticó :en su ponencia la "desafección le lo público y esa especial vuela a lo privado".
El debate se clausuró en la madrugada, a la 1.30. A esa hora, los jesuitas que oteaban desde la balaustrada las diferentes intervenciones, ya se habían retirado a descansar.
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